En abril de 2019, dentro del Salón de Shanghái, Aston Martin dio a conocer el Rapide E, su primer coche eléctrico de 610 CV y 320 kilómetros de autonomía. Aquel coche no obtuvo éxito, más bien todo lo contrario y cayó en el ostracismo. Cinco años después, cuando parecía que la marca de Silverstone volvería a enchufarse, parece que retrasará su llegada a este segmento.

Todo indicaba que tras llegar a un acuerdo con Lucid para producir cuatro vehículos de cero emisiones para finales de 2025, se ha aplazado la propuesta hasta 2027.

"Planeamos lanzarlo a finales de 2025 y estábamos listos para hacerlo, pero parece que hay mucho más revuelo que demanda de los consumidores, particularmente en un Aston Martin”, dijo Lawrence Stroll, presidente ejecutivo de la marca británica en la publicación Autocar.

El responsable de la firma londinense apostilló que los vehículos eléctricos están “técnica y físicamente diseñados”, pero han escuchado a sus clientes, que prefieren automóviles con motores de combustión interna. Por esta simple razón, la marca del Reino Unido está aumentando su apuesta por los híbridos enchufables.

Cuando se dio a conocer el convenio con Lucid, desde la empresa inglesa se anunció que el primer híbrido enchufable sería el Valhalla, que llegaría este mismo año, como parece que así será. 

Además, el mandamás de la casa de Silverstone fue más allá y agregó que este retroceso obedece a la prudencia. "Consideramos que los híbridos enchufables son el puente entre el motor de combustión interna y el totalmente eléctrico, y creemos que eso durará un tiempo, más de lo que pensábamos, hasta mediados de la década de 2030", afirmó Stroll.

El jefe de Fernando Alonso, entre otros, aseguró que los híbridos enchufables utilizarán motores V8 de Mercedes, a la par que anunció que trabajarán, más adelante, en un V12 híbrido.

Si leemos la letra pequeña de esta apuesta por los híbridos enchufables damos con la tecla de lo que quiere Aston Martin, que es que, durante al menos una década, pueda seguir fabricando modelos con motor de combustión: "Mientras se nos permita fabricar coches con motor térmico, los fabricaremos", argumentó Stroll.

Esta medida de prolongar en el tiempo la llegada de vehículos eléctricos es la contraposición a la postura de otras marcas de herencia británica como Jaguar, Bentley y Rolls-Royce, todas las cuales han anunciado planes de transición a modelos totalmente eléctricos para 2030. 

A pesar de que el presidente ejecutivo de Aston Martin ya ha dicho que tienen los modelos eléctricos "física y técnicamente diseñados", no se ha destapado qué tipo de coche será ni qué características tendrá. Habrá que esperar un par de años más para ver hacia dónde dirige los pasos la compañía británica. Mientras, esperemos a los híbridos enchufables...