Ford Granada Mako P: una de las primeras berlinas deportivas con motor V8 de Porsche

Ford Granada Mako P.

Gustavo López Sirvent

El propulsor era un 4.5 litros de 240 CV igual al del Porsche 928

Pese a su nombre tan hispano, en España apenas pudimos conocer ejemplares de la primera generación del Ford Granada más allá de las que llegaban a Canarias o traían los emigrantes. El inicio de la producción del Ford Fiesta en 1976 en Almussafes, permitieron que el Ford Granada Mk2 fuese ya un coche algo más común en nuestras carreteras.

Pero antes, la empresa de creación de automóviles MAKO-Automobile, se encargó de fabricar un Ford Granada Mako P. Con la P de Porsche, pues equipaba un V8 de Porsche 928. Esta compañía fue creada por Gerd Knözinger, ingeniero en el departamento de competición de Ford, en los años 70. 

Y en 1975, Mako ya realizaba trasplantes de V8 en modelos Ford que no estaban destinados a recibir semejantes bloques. Fue una de las primeras berlinas deportivas.

Antes de meterle mano al berlina, Knözinger operó al Ford Capri Mako V8. Para tal intervención se inspiró en los Ford Capri Perana sudafricanos muy complicados de adquirir. 

Con la llegada del nuevo Ford Granada en 1977, el diseñador teutón quiso ir más allá y probar suerte con el motor V8 de origen Porsche, el 928 (coche del año en 1978). De esta manera ingenió el Mako P, disponible en berlina y, a partir de 1981, en station wagon. La idea de Knözinger con esta berlina era proponer un coche de gama alta.

Siempre los detalles son los que marcan diferencias. En el caso del vehículo que nos ocupa montaba frenos de discos perforados de origen Porsche, que contaban con pinzas de cuatro pistones delante y un servofreno con bomba hidráulica con un depósito de compensación. Según los folletos de la marca se decía que procedía de un sistema del Porsche 917. 

Auténtico y original Ford Granada MK2.
Auténtico y original Ford Granada MK2.

Y debajo del capó estaba la vida de este proyecto: el V8 a 90º de 4.5 litros del Porsche 928. De serie, este V8 desarrolla 240 CV, pero Mako dio la opción de potenciarlo, subiendo la cilindrada a 5.0 litros hasta los 300 CV con 360 Nm de par motor a 4.000 rpm. Con el bloque de 5.0 litros, el diseñador del nuevo Granada anunciaba un 0 a 100 km/h en 7 segundos y una velocidad máxima de 230 km/h.

El V8 se asoció a una transmisión manual ZF de 5 velocidades, pero no en posición transaxle (la caja se sitúa en el eje trasero) como en el 928. A modo opcional había un cambio automático de 4 relaciones de origen Mercedes-Benz. Además, el Mako P contaba con un diferencial trasero autoblocante ZF al 40 % ( y al 75%, en opción).

Las suspensiones equipaban muelles deportivos y amortiguadores Bilstein, mientras que las llantas Ronal calzaban Michelin TRX, los Pilot Cup Sport 2 de la época y que montaban el Lamborghini Countach o el Koenig Specials Testarossa de 1.000 CV, por ejemplo.

Cuando te detenías a ver su exterior, el Mako P era inicialmente más bien discreto, salvo por ese enorme spoiler delantero. A bordo, esta berlina conservaba el equipamiento de los Granada Ghia 2.8i que servían de base, como los elementos en madera de nogal, y añadía cuatro asientos deportivos Recaro con ajustes eléctricos.