¿Cuál fue el papel de Mazda en la historia de Ford?

A la derecha de la imagen: Hisakazu Imaki, entonces CEO y presidente de Mazda, estrecha la mano de Bill Ford, presidente ejecutivo de Ford Motor Company

¿Cómo puede una marca joven y otra bien asentada encontrar un punto en común para colaborar? Así lo hicieron Ford y Mazda, dos firmas que estuvieron estrechamente unidas durante décadas, dando como resultado unas consecuencias que hemos podido ver en las carreteras.

Si hablamos de Ford, hablamos de una de las marcas más longevas del automovilismo. Sin embargo, en buena parte de su historia tuvo que ver otra firma que, en comparación, es bastante joven. Hablamos de Mazda y este es el papel que jugó la compañía japonesa en la existencia del fabricante del óvalo.

La historia de Mazda se remonta a la década de 1920, pero su primer cometido no tenía que ver con la automoción. Básicamente, en sus inicios esta firma se dedicaba a trabajar con el corcho – de hecho, nació como la Toyo Cork Kogyo Company-. Así fue durante algunos años, pero en los años 30 se decidió empezar la fabricación de pequeños vehículos comerciales de tres ruedas.

De esta forma, los primeros años de esta marca no estuvieron vinculados realmente con los coches, pero esto cambió en 1960. Aquel año fue el que marcó la entrada de la firma en el mundo de los turismos, con un ligero coupé llamado R360 que pretendía cubrir las necesidades de la población japonesa. 

Mazda R360
Mazda R360

Tras este coche llegaron los primeros modelos con motor Wankel rotativo, pero esta aún era una compañía joven y, con la idea de crecer, sacó acciones a la venta. Mientras tanto, lejos de Japón, Ford buscaba expandir sus operaciones y miraba con interés al país asiático, de manera que esta situación era perfecta.

Con la compra de acciones de Mazda por parte de Ford, se inició una relación que buscaba beneficiar a ambas partes. La marca nipona podría desarrollarse, mientras que la estadounidense podría empezar a introducir algunos de sus modelos comerciales allí, pero bajo el nombre de Mazda. 

Este fenómeno de los coches con las insignias cambiadas no fue algo testimonial, eso sí, y fue en ambos sentidos. Por ejemplo, las camionetas Mazda Serie B llegaron a Estados Unidos denominadas como Ford Courier, el Mazda 626 también fue denominado Ford Telstar y el Ford Fiesta MK4 se vendió como Mazda 121 en algunos mercados.

Un Ford Fiesta de cuarta generación, bautizado como un Mazda 121
Un Ford Fiesta de cuarta generación, bautizado como un Mazda 121

Vauxford - Own work, CC BY-SA 4.0

Aun así, si bien la colaboración entre Mazda y Ford dio lugar a casos como los mencionados, no todo se redujo a ofrecer el mismo coche con diferentes nombres. En la década de 1970, Ford compró el 25% de las acciones de la marca asiática, de manera que se pudieran realizar colaboraciones más profundas a nivel técnico, con motores más eficientes, entre otros aspectos.

De esta manera, esto hizo posible que se crearan modelos bajo plataformas comunes, como el Ford Escape y el Mazda Tribute. Por otro lado, un caso más conocido es el del Ford Probe y el Mazda 626 en el caso de la primera generación del coupé americano o el de la segunda generación de este y el MX-6, los cuales compartían casi la totalidad de la base y la parte técnica.

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Por otro lado, la relación entre ambas marcas también tuvo su efecto en lo referido a la producción, con plantas que produjeron modelos de los dos fabricantes. Esto fue así con la planta de Ford de Flat Rock (Michigan, EE.UU.), que fue propiedad de Mazda entre 1987 y 1992. De allí salieron en su momento los Ford Probe y Mazda MX-6.

Con todo, la alianza de estos fabricantes se mantuvo durante décadas y permitió numerosas colaboraciones en distintos ámbitos del negocio automovilístico. Sin embargo, como todo en la vida, tenía que llegar a su fin y el momento llegó en 2015. Ford, que llegó a tener un 34% de las acciones de Mazda en los años 90, vendió una buena parte de ellas y quedó con un 2% en 2014.

Así, con la excepción de algunas colaboraciones en la fabricación de camionetas en Tailandia, poco después se cerró la joint venture entre estas dos firmas, la cual quizás no fue tan sonada como otras más recientes. Aun así, es innegable que ambos fabricantes lograron lo que buscaban allá por la década de 1960...

Etiquetas: Motor, Curiosidades