Porsche Cayenne: la marca desvela por qué lanzó el SUV deportivo en 1998

Porsche Cayenne original
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Así nació el SUV de la marca alemana

El Porsche Cayenne ha marcado la historia de la marca alemana. Llegó hace 20 años y se acabó convirtiendo en su coche más popular a nivel de ventas, a pesar de ser muy distinto de lo que habían creado anteriormente. Ahora bien, ¿por qué lo crearon? La propia Porsche lo ha explicado.

Para comprender las razones del nacimiento de este SUV deportivo, tenemos que remontarnos a la década de 1990. En 1992, Porsche arrastraba unas pérdidas de 240 millones de marcos alemanes, por lo que la situación debía mejorarse cuanto antes. Un año después llegó Wendelin Wiedeking como presidente del Consejo de Dirección y entonces empezaron los cambios.

La idea era crecer con rapidez, de manera que se optimizó la producción, se simplificó la estructura de la compañía y en 1996 se lanzó un nuevo modelo al mercado: el Boxster. Aquel descapotable tuvo una buena acogida, pero un estudio interno reveló que las ventas de este modelo y del 911 no eran suficientes como para asegurar el futuro de la marca. 

Por lo tanto, aún había que hacer más y se pensó en crear un tercer coche. Al principio hubo cinco opciones, pero finalmente quedaron dos: un monovolumen y un SUV, ambos con carácter premium. La segunda idea fue la elegida, ya que la primera fue vetada por Estados Unidos, que era el mayor mercado de la firma en ese momento.

Mercedes, el primer socio, solo de forma temporal

Sin embargo, dado que Porsche no tenía experiencia en el segmento de los todocaminos -que entonces estaba empezando a crecer- decidió buscar un socio. Mercedes fue la primera opción, ya que en 1997 iban a lanzar el Clase M. Así, se llegó a un acuerdo en verano de 1996 y se empezó a trabajar en ello.

En ese momento, se pensó en que el Porsche Cayenne fuese un SUV deportivo derivado del Mercedes Clase M, del que tomaría elementos como su tecnología. No obstante, las diferencias de parecer en el apartado económico entre ambas marcas acabaron poniendo fin a la colaboración antes de que terminara el año.

El Mercedes Clase M iba a jugar un papel esencial en el nuevo SUV de Porsche
El Mercedes Clase M iba a jugar un papel esencial en el nuevo SUV de Porsche

Fue en ese momento cuando se pensó en Volkswagen, que también estaba estudiando fabricar un SUV: el Touareg. Se inició de esta manera el proyecto “Colorado”, en el que Porsche iba a ocuparse del desarrollo, y la compañía de Wolfsburgo, de la producción. Los dos coches compartirían base, pero elementos como sus motores y la puesta a punto serían distintos.

Eso sí, para los de Stuttgart, dar con la fórmula no era algo sencillo. Un SUV debía poder defenderse en varios terrenos -aunque no fuera un todoterreno como tal-, pero también era un Porsche, por lo que las buenas prestaciones tenían que estar ahí. Lo segundo no iba a suponer un problema, pero sí era necesario trabajar en lo primero.

Fijándose en los rivales

Para ello, los responsables del desarrollo tuvieron que sustituir sus coches de empresa por distintos SUV y todoterrenos del momento. La marca compró BMW X5, Ford Explorer e incluso el Mercedes Clase M que iba a jugar un papel esencial en un primer momento. Con estos modelos, la idea era usarlos a diario e ir rotándolos entre el personal para saberlo todo sobre ellos.

De esta forma, el equipo desarrollador del Porsche Cayenne extrajo mucha información que posteriormente aplicaron a su nuevo coche. Variaron así el espacio de almacenamiento, la profundidad de vadeo, los ángulos de inclinación… El objetivo era aprender de los rivales y tratar de destacar en las que eran sus debilidades.

Desarrollo del Porsche Cayenne original

Así, en 1998 se dio a conocer el Porsche Cayenne y en septiembre de 2002 se produjo el estreno mundial, en el Salón de París. Fue entonces cuando se marcó un punto de inflexión para la compañía, con el lanzamiento de un coche que poco tenía que ver con todo lo anterior, pero que apelaba a un nuevo sector del público.

Con el tiempo, este todocamino deportivo terminó siendo un gran éxito y hoy en día sigue siendo un modelo popular. Sin embargo, inicialmente recibió opiniones muy diversas, con grandes críticas por parte de los más puristas de la marca. Al fin y al cabo, era un gran cambio, al igual que el Porsche Panamera años después.

Porsche Cayenne original

Puede que las críticas estuvieran fundamentadas entonces. Sin embargo, de no ser por el Porsche Cayenne, quizás hoy estaríamos hablando de la marca en pasado. Se vendieron 276.652 ejemplares de la primera generación en ocho años, a un ritmo de casi 35.000 coches por año. En 2021, la generación actual ha registrado 80.000 unidades vendidas.

Por lo tanto, es innegable que este SUV deportivo ha jugado un papel esencial en el porvenir de la firma. Hoy, sigue siendo una compañía relevante y deportivos emblemáticos como el Porsche 911 siguen en el mercado tras varias décadas de historia. Parece que, a veces, los grandes cambios esconden recompensas. 

Etiquetas: Motor, SUV deportivo