Prueba: nuevo BMW X7. Al volante del prototipo

Prueba: BMW X7 (prototipo)
Es grande. Es un SUV. ¿Qué puede fallar?

A la hora de leer la prueba del BMW X7, quizá te preguntes si era necesario sacar un modelo más grande que el BMW X5. Porque sí: es bastante grande. No llega a los niveles del Mercedes GLS, pero sí es mayor que el Range Rover e igualmente se trata de un crossover de lujo con siete plazas.

En realidad, la prueba del X7 tiene truco, porque lo que he podido conducir es un modelo de preserie. Por eso está decorado de tal modo que no se puede distinguir bien su forma final.

El BMW X7 de las fotos monta llantas de 22 pulgadas, una moda cada vez más habitual entre los coches nuevos y en especial entre los SUV premium. Por ejemplo, el Range Rover Velar las monta de manera opcional. Sin embargo, dado el tamaño de la carrocería, no parecen gigantes rodeadas de tanta chapa.

Aun así, por las carreteras de Carolina del Sur, donde pude conducirlo (y donde se fabrica), no se hace sentir demasiado grande. Supongo que cuando llegue a Europa la cosa cambiará…

Vídeo: así es el BMW X7 iPerformance Concept

Interior del BMW X7 

La parte buena de semejante tamaño es que el interior es espacioso a más no poder. Las tres filas tienen espacio de sobra, aunque claro, al levantar la última fila te quedas con un maletero pequeño. Lógico.

Los dos asientos posteriores se accionan de manera eléctrica, y para seguir con esos gadgets que siempre gusta enseñar, también tiene tres techos solares con sus tres motores independientes: supongo que tendrá su lógica, pero parecen demasiados mecanismos.

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En cuanto al maletero, el portón está partido en dos al estilo del Range Rover (¡y el Citroën C2!) y la pieza inferior aguanta hasta 150 kilos.

No es sorpresa en la prueba del BMW X7: la ergonomía es excelente, como en cualquier BMW que se precie y, esto sí llama la atención, la buena visibilidad periférica. ¡No olvidemos que el BMW X7 es un bicharraco de más de cinco metros de largo y dos de ancho!

Me encantaría poder enseñarte más cosas del interior, pero ni siquiera yo he podido verlas, ya que al ser un modelo de reproducción estaba todo tapado. El celo de los ingenieros llega al extremo de que han puesto un botón de encendido falso que, bueno, reconozco que me confundió un poco a la hora de arrancarlo... Con el boceto del X7 iConcept igual te puedes hacer una idea.

BMW X7 iPerformance Concept

Motores del X7: híbrido y los de siempre

BMW va a utilizar la gama habitual. A Europa llegarán los seis cilindros de gasolina y diésel con doble turbo y más adelante también veremos los 40i y 40d con la caja automática de ocho marchas.

La prueba del X7 la hice con un 35d (un 3.0 diesel), un 40i y el brutal X7 50i con su espectacular 4.4 V8 biturbo de gasolina.

Si te preguntas por un BMW X7 híbrido, no puede ser de otro modo: existirá, aunque aún no se sabe cómo. Sí que llegará un mild hybrid al estilo del 740e. Siguiendo con los motores, pregunté a un ingeniero por un posible X7  60 Li V12 y la verdad es que se quedó bastante callado mientras buscaba en su cabeza alguna respuesta satisfactoria, así que a lo mejor también deberíamos contar con ello. Lo que es probable que no exista es una variante M, pero sí que nos confirman una variante deportiva del nuevo X7.

Prueba del BMW X7

Seguramente te preguntes cómo va en carretera el nuevo BMW X7. En la marca me avisaron de que aún le queda camino que recorrer a este crossover de lujo, porque conseguir el feeling a BMW parece complicadlo en un modelo de este tamaño.

Las impresiones iniciales son positivas. La suspensión neumática tiene un buen set-up. Se podría decir que está a medio camino entre la comodidad del BMW Serie 7 y el control del balanceo y cabeceo de otros modelos más pequeños como por ejemplo el nuevo BMW X4

También me gustó bastante el sistema de dirección activa del X7. El sistema gira las ruedas tres grados las ruedas traseras. A altas velocidades en la misma dirección de las delanteras y a baja velocidad en dirección contraria. En el primer caso sirve para conseguir una mayor estabilidad y en el segundo para lograr más manejabilidad (por ejemplo a la hora de aparcar).

De los motores tengo que decir que todos van suficientemente bien, pero el 40i suena especialmente bien y empuja con mucha garra. 

El motor diésel del BMW X7 puede ser el término medio y el más equilibrado. Más que nada porque probablemente no necesitas un SUV de cinco metros con prestaciones de deportivo.

Basándome en esta breve prueba del BMW X7, puedo decir que todo apunta a que se va a desenvolver bien en un mercado que empieza a abrirse: ya no es solo Range Rover y Mercedes: el Audi Q8 está a punto de llegar también. Eso sí: probablemente este modelo tenga más sentido en Estados Unidos o China, pero por tacto y sensaciones puede encajar en el mercado europeo también.

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