Según aparece en la carta que Tesla ha enviado a los accionistas, las ventas de los tres coches de la organización (Model S, Model X y Model 3) no están yendo como esperaban.

"En el primer trimestre se enviaron 12.100 vehículos de Model S y Model X, una cifra bastante inferior a las 25.000 unidades que se distribuyeron cada trimestre durante los últimos dos años", señala la compañía.

"Todo apunta a que este declive ha sido causado por una baja demanda debido a la estacionalidad, a lo que se une la retirada de apoyo gubernamental de EE. UU. a los coches eléctricos en el Q1, así como a la salida del mercado de la batería de 75 kWh", explica el comunicado.

Los accionistas también tenían miedo a que el Model 3 — que es mucho más económico que los otros dos vehículos— afectara a las ventas del X y el S, pero los responsables de la empresa han explicado por qué no deberían estar preocupados por ello.

"Solo el 3,5% de los que compran un Model 3 comienzan pidiendo un Model S, por lo que es una diminuta porción de las ventas", ha destacado Musk.

Tesla ha confirmado que el precio medio por el que un usuario compra un Model 3 es de 50.000 dólares (en España, se ofrece desde 48.200 euros), a pesar de que se pueda adquirir a partir de 39.500 dólares. En comparación, el Model S y el Model X tienen un coste base de 78.000 y 83.000 dólares, respectivamente.