Opinión: ¿Son realmente los coches eléctricos el futuro?

Parece que el mundo no podrá vivir sin ellos. ¿Son el único futuro posible?

Parece claro que a día de hoy, 15 de septiembre de 2017, el futuro de los coches eléctricos es evidente: cada vez son más las marcas que apuestan por la electricidad para mover sus coches en un futuro cercano. En el pasado Salón de Frankfurt 2017 hemos visto numerosos coches que equipan esta tecnología, como el Mercedes EQ A Concept. Ahora bien, ¿son los coches eléctricos el futuro? ¿El único futuro?

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Parece evidente que el coche eléctrico formará parte importante del futuro de la movilidad sobre cuatro ruedas, ahora bien, esta tecnología todavía tiene muchos retos que resolver para que pueda considerarse como la opción sustituta de los motores de combustión. Las marcas trabajan para resolver estos retos, pero a día de hoy están muy presentes.

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El tamaño, precio, peso y capacidad de las baterías son uno de los grandes retos de la industria del vehículo eléctrico. Con tantos fondos invertidos en la materia no tengo dudas de que con el tiempo estas irán mejorando su eficacia, en todos los aspectos. Serán más baratas, durarán más tiempo y, importante, se recargarán más rápidos. Pero este es solo uno de los muchos retos de esta industria.

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Otro, importante: ¿somos capaces de generar suficiente energía como para dar de comer a millones de coches eléctricos? Hoy todavía son minoría, pero imagina que de repente muchos coches eléctricos empezasen a venderse. La infraestructura de carga parece la piedra angular y punto clave para confirmar al coche eléctrico como la solución de futuro. En 2040 muchos países esperan vender únicamente coches eléctricos, como es el caso de Francia o Reino Unido, ahora bien, para que eso se pueda llevar a cabo, hay que tener claro cómo van a alimentar a todos esos coches, de dónde va a salir toda esa energía.

Por ejemplo, en el caso de Francia. ¿Tiene sentido que los coches eléctricos se alimenten de centrales nucleares? Vale, no utilizan combustibles y el coche en sí mismo no emite particulas contaminantes, pero: ¿y la fuente de energía de donde se obtiene esa electricidad, esa energía?

Hay más preguntas: ¿qué pasa cuando hay que dar de baja un coche eléctrico? ¿Qué pasa con sus componentes? ¿Y las baterías de litio? ¿Contaminan? Hoy en día esto no es un problema: vivimos felices con cuatro Tesla paseándose entre un mundo conquistado por los motores de combustión. Pero, ¿qué pasará cuando todos los coches sean eléctricos? Imagino que esto es algo que se tendrá en cuenta, pero es algo que hay que tener en cuenta. Ya. Hoy.

Última pregunta clave: ¿hay alternativa? ¡Por supuesto! Para empezar: los motores de combustión están alcanzando un nivel de eficiencia tremendamente alto y esta mejora no está frenando en seco. Hay petróleo de sobra en el mundo, con un barril de crudo que no hace más que bajar de precio. ¿Se pueden conseguir motores de combustión que sean casi tan poco contaminantes como los coches eléctricos? Pues probablemente.

Más: la pila de combustible. El hidrógeno es el gran olvidado y creo que sí que podría ser una alternativa real al petróleo. Es el elemento químico más abundante del universo y se ha demostrado su eficacia a la hora de mover un coche. Es limpio, eficaz y genera por él mismo la energía, no tiene que depender de terceros como los coches 100% eléctricos. Las marcas están empezando a apostar por este combustible, aunque todavía con miedo: el Mercedes GLC F-CELL es un buen ejemplo.

Sin duda lo peor de esta tecnología es su compleja infraestructura de carga: el hidrógeno se mete en el coche comprimido y no hay que olvidar que es un gas inflamable. Las marcas se deben poner de acuerdo para implementar una red de carga importante, una red de carga que permita a los propietarios poner en marcha su coche en cualquier lugar, como si fuese una gasolinera. ¿Y qué me decís del gas natural? Aunque es una opción que en cuanto a precio es atractiva, contamina, por lo que no parece que pueda tener muchas posibilidades de sobrevivir en un futuro, salvo en países concretos como Italia, donde el precio de la gasolina y el diésel está por las nubes.

Por último, el marketing está haciendo mucho para que el coche eléctrico se haya convertido en el futuro de la automoción. Es cierto que tiene muchas cosas buenas, pero no es la única, no es la tecnología definitiva, no a día de hoy. El día en que las carreteras cuenten con carga inductiva y que gracias a energías limpias (solar o eólica) se puedan cargar las baterías del coche simplemente pasando por encima creo que podremos decir que el coche eléctrico sí que es la herramienta definitiva de movilidad. Ahora bien, hasta que eso sea una realidad, queda mucho por descubrir y por desarrollar. Permitidme que por el momento siga siendo escéptico.

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