¿Sabes por qué se llaman así los Mercedes-Benz?

Origen del nombre coches Mercedes

Javier Prieto

Ay, ¡qué bonito es el amor paterno-filial-automovilístico!

Aunque es una de las firmas automovilísticas más conocidas, algún despistado no sabe todavía por qué los coches Mercedes-Benz se llaman así. Para descubrir la apasionante historia que hay detrás de esa mítica denominación... femenina, hay que remontarse al Siglo XIX. En aquella época vivía Emil Jellinek (1853-1918), un hombre de negocios y diplomático austriaco que tenía el dinero por castigo. Al tal Emil se le conocían solo dos pasiones: su pequeña hija, Mercedes Adrienne Ramona Manuela Jellinek (1889-1929), y los coches. Precisamente, había conoció la existencia del revolucionario invento, creado por Carl Benz y Gottlieb Daimler en 1886, gracias a un anuncio en un periódico.

Mercedes, la niña que da nombre a los coches teutones

         (Foto: Mercedes-Benz vía Wikimedia)

Fascinado con la novedad, y ni corto ni perezoso, se presentó en Cannstatt (Stuttgart), la sede de la Daimler Motoren Gesellschaft (DMG), fundada por el mencionado ingeniero alemán Daimler. Allí encargó su primer automóvil que recogió en octubre de 1897. A partir de ese momento arrancó una estrecha relación empresarial puesto que el empresario introdujo el artilugio motorizado en los círculos más selectos de la época. Y claro, las ventas subieron como la espuma.

Conoce el primer viaje en coche de la Historia

La pasión de Jellinek por el motor pronto le llevó a fijarse en las incipientes carreras de coches... y en la oportunidad comercial que representaban. Pensó con gran acierto que los triunfos en la pista podían ser un escaparate publicitario para el producto Daimler. Y con ese argumento le pidió a Gottlieb que le preparara un 'bólido' para competir en la semana de las carreras de Niza en marzo de 1899. Se inscribió con un espectacular Daimler Phönix de 15 caballos bajo el pseudónimo de Monsieur Mercedes. De ese modo quería rendir homenaje a su niña.


 

Mercedes Jellinek

        (Foto: www.la.mercedes-benz.com vía Wikimedia)

Un año más tarde, Mr. Jellinek le propuso a Daimler un giro radical en el diseño de sus automóviles que debían abandonar la típica arquitectura basada en los carruajes de caballos. Así nació y con un nuevo motor el Mercedes 35 caballos, considerado el primer automóvil contemporáneo de la Historia. Consciente del éxito de su propuesta, Emil solo impuso al fabricante que lo bautizara como Daimler-Mercedes. El acuerdo entre el productor y el visionario empresario fue inmediato puesto que el 22 de diciembre de 1900 estrenó su Mercedes 35 jacos. Algunas fuentes afirman que entusiasmado con el proyecto, Emil adquirió 36 unidades del producto. Se nos hacen muchos... aunque el amigo era un gran vendedor.

Evidentemente, el modelo fue todo un boom de ventas y sus descendientes de competición arrasaron en las pruebas de la píjisima Costa Azul. Como curiosidad te contaremos que en 1903, Emil incorporó el nombre de su hija al suyo propio y pasó a llamarse Emil Jellinek-Mercedes. Por cierto, hizo lo mismo con algunas de sus propiedades, como Villa Mercedes I y II. Quizá los yates de lujo que tenía atracados en la Costa Azul corrieron la misma suerte. Ya en 1926, ocho años después de su muerte, Daimler y la compañía de Karl Friedrich Benz se fusionaron bajo el nombre Daimler-Benz, asignándole la denominación comercial a Mercedes-Benz. 

Foto portada: BillaJatt vía Pixabay