El coronavirus ha obligado a BYD a dejar de fabricar coches en China y fabricar mascarillas para ayudar a acabar con el desabastecimiento que se está produciendo, debido a la rápida expansión del Covid-19 por el mundo. 

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Desde enero, la compañía china está volcada en ayudar a mitigar los efectos de este devastador virus que ha puesto en cuarentena a millones de personas en todo el mundo y por ello, BYD ha decidido crear en su factoría una línea de producción para fabricar mascarillas de protección, además de geles desinfectantes.

3.000 ingenieros han participado en las labores de I+D que han permitido llevar a cabo estas tareas de producción, construyendo entre cinco y diez máquinas nuevas al día y fabricando ellos mismos el 90% de las 1.300 piezas que necesita una línea de producción de mascarillas. 

¿El resultado? Han tardado solo 7 días en ponerlo en marcha y la capacidad de producción ha aumentado entre 300.000 y 500.000 unidades al día, con una cifra total actual de cinco millones de mascarillas diarias y 300.000 botes de desinfectante.

Por supuesto, los empleados de la factoría tienen aquí un gran mérito ya que están trabajando en turnos de día y de noche, ya que las máquinas trabajan ininterrumpidamente las 24 horas del día.