Es curioso pero parece que una de las consultas más realizadas estos días en Google es: ¿qué coche tiene Pedro Sánchez?

Siguiendo las líneas de transparencia fijadas hace tiempo por el Gobierno, los 350 diputados que conforman la nueva legislatura han tenido que presentar una declaración de bienes en la que hacen público no solo cuánto dinero ganan, también lo que tienen ahorrado en sus cuentas corrientes, invertido en casas, fincas y otros inmuebles; también de las actividades extraparlamentarias que desempeñan, con o sin retribución económica.

Los "increíbles" coches que declaran los políticos españoles

Con las declaraciones de bienes de los políticos hemos sabido, por ejemplo, que Pedro Sánchez ganó algo más de 16.500 euros en concepto de derechos de autor por el libro autobiográfico Manual de Resistencia, que salió a la venta en febrero y del que ha dicho que donará las ganancias a asociaciones de personas sin hogar. O que el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y su compañera sentimental y de partido, Irene Montero han tenido que pedir un préstamo de más de 475.000 euros para pagar el chalet que se compraron en Galapagar en medio de una fuerte polémica.

Pedro Sánchez ya no tiene coche en propiedad

El presidente del Gobierno en funciones ha dejado en blanco el apartado en el que debe reflejar qué vehículos tiene en propiedad.

Supone esto un cambio con respecto a su anterior declaración en la que aseguró guardar en su garaje y conducir un Peugeot 407 matriculado en 2005. El no aparecer hace pensar que el coche no ha llegado a La Moncloa, aunque no sabemos si lo ha vendido/cedido/regalado antes, durante o después de la mudanza.

Los coches de los diputados tienen 12 años de antigüedad

De las declaraciones de bienes de los diputados hemos comprobado que, el menos en lo que a movilidad se refiere, nuestros políticos no han hecho los deberes (o no los deberes que nos piden a nosotros).

La edad media de los vehículos declarados es de 12 años, lo que, según nos ha enseñado siempre la DGT es bastante peligroso. No es eso lo peor. Todos los programas electorales presentados para las elecciones del 28 de abril hablaban de la transición ecológica hacia alternativas de movilidad más eficientes. Unos de forma más extrema y otros menos, todos colocan a los coches eléctricos e híbridos enchufables como la alternativa de futuro pero ni uno solo conduce uno de ellos.

Isabel Celaá, la ministra de Educación que posee un Toyota Auris híbrido de 2017 con etiqueta ECO; Alejandro García (Unidos Podemos), con un Toyota Auris híbrido; y Antonio Roldán(Ciudadanos), con un Kia Niro híbrido, son los únicos políticos que apuestan, en su vida particular, por los coches híbridos.

María Dolores Narváez (PSOE) es la única diputada con coches de gas. Tienes dos: un Opel Corsa GLP de 2016 y un Chevrolet Aveo GLP de 2010.