Los gastos de un coche van mucho más allá de la compra de un coche nuevo. Al dinero que te gastas en comprarlo tienes que sumar una serie de añadidos que no te pienses que va a ser puntuales. Ni mucho menos. Te acompañarán durante toda la vida... mientras mantengas el vehículo. Una cantidad que, cuando empiezas a sumar, es bastante. Por eso creo que es indispensable saber cuánto cuesta mantener un coche y cuáles son sus gastos asociados. Como por ejemplo, el impuesto de circulación, el seguro, el combustible... En fin, que te los explico todos aquí debajo.

Impuesto de circulación

El Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica tienes que pagarlo todos los años, sí o sí. No importa si tienes un coche eléctrico, aunque no tenga sentido que se llame así. Es municipal y tienes que pagarlo en el Ayuntamiento de tu localidad. Eso sí, la cantidad no es exacta, ya que depende de muchos factores, como por ejemplo la potencia del automóvil, lo que contamine, la Comunidad Autónoma en la que vivas o el tipo de vehículo. Lo único seguro es que no te librarás de él.

Seguro

Una póliza de seguro también es obligatoria. Puedes ir sin él, pero entonces te costará una sanción de entre 600 y 3.000 euros, así como la posible inmovilización de tu coche. Vamos, que como te pillen es posible que te tengas que ir andando a casa. Además, el precio también depende de múltiples aspectos. Para empezar, no es lo mismo tener un seguro a terceros que otro a todo riesgo, o con franquicia. Igualmente, el modelo de coche influye muchísimo, e incluso el color del vehículo.

Combustible y neumáticos

De esto es otra cosa de la que no te libras. Bueno, solo hay una salida: tener un coche completamente eléctrico. Pero en este último caso también tendrás que pagar la electricidad que recargues, aunque sea mucho menos. Pero ya utilices un vehículo de gas, de combustión interna o electrificado, lo que hace que se mueva lo tendrás que pagar. Y a precio de oro, en algunos casos. Por eso a muchos les sale rentable comprar un coche que gaste poco. Y lo mismo sucede con los neumáticos: que se gastan. Si tienes un coche deportivo, lo lógico es que te duren menos y además sean más caros. Pero ojo con elegirlos bien, es la superficie de contacto con el asfalto e influyen decisivamente en la seguridad.

Mantenimiento

Si quieres mantener la salud de tu vehículo y que te dé las menos sorpresas posibles en forma de avería, tendrás que pasar por el mantenimiento cuando sea necesario. A veces te costará más, y a veces menos. Lo bueno es que ahora hay muchas marcas que lo ofrecen incluido en el precio del vehículo, pagando un poco más, claro; o incluso como oferta de compra. Todo es saber aprovechar el momento.