La preparación del Rolls-Royce Cullinan digna del Dakar (o casi)

El preparador alemán delta4x4 ha hecho lo suyo.

Rolls-Royce se enorgullece de ser una marca de lujo que fabrica alguno de los coches más exquisitos del mundo. Finas líneas, atención al detalle y a sus clientes. Sobre todo, el fuerte de la marca son las grandes berlinas y el SUV estrella de la firma: el Rolls-Royce Cullinan.

Pues ahora, ese finamente diseñado SUV se ha vestido de gala para atravesar desiertos y montañas gracias al preparador alemán delta4x4, que le ha dado una vuelta de tuerca (casi que literalmente).

El Cullinan lleva en esta versión ruedas todoterreno con tacos con un mayor perfil y anchura que le dan al coche una altura libre al suelo de 80 mm, junto a una nueva suspensión y protecciones para los bajos y el sistema de escape.

El nivel de vadeo del coche ha aumentado (si es que antes existía) exponencialmente, gracias a un snorkel que se encuentra a prácticamente 1,95 metros de altura. Al frente se ha colocado un refuerzo de barras con seis faros LED, que se combinan con otros cuatro faros adicionales en el techo, al más puro estilo de las montañas.

Comparativa entre el Rolls-Royce Cullinan de delta4x4 (izquierda) y el original (derecha).
Comparativa entre el Rolls-Royce Cullinan de delta4x4 (izquierda) y el original (derecha).

Finalmente, en el techo se ha colocado una placa que soporta una tienda de campaña (con escalera incorporada para subir, claro) en la que caben hasta dos personas. Junto a ella, una serie de cajones y utilidades off-road que podrán venirte bien en mitad de la nada para llevar herramientas o guardar multitud de objetos.

Dicho esto, hablemos de billetes, que os suele interesar bastante: 150.000 euros tienen la culpa de esta extrema versión que roza el rally y denominada 'OffRoad Tuner'. Eso sí, puedes pagar la totalidad del paquete al preparador o solo las piezas que te interese incorporar.

"Convertir un icono de este tipo por ese precio en prácticamente un apartamento con ruedas, es todo un desafío. Debe ser estético y funcional, y mostrar perfectamente que está hecho a medida. Cualquier otra cosa, no le haría justicia al Cullinan original", afirman en la empresa. Y razón no les falta.