Prueba: Volkswagen Golf GTI. En 2016 igual que siempre

La navaja suiza de los deportivos

Volkswagen Golf GTI 2016. ¿Pero es nuevo-nuevo?

La verdad es que no. El Golf GTI es un modelo que permanece. Es tan atemporal como la telebasura del 'telecirco' mediático. Parece que siempre ha estado y que siempre estará. Lo bueno es que en este caso es bueno.

El jefe del proyecto del Golf GTI: "era un coche que nadie quería"

Es bueno porque no solo se trata de un icono. Es un deportivo de verdad que además puedes utilizar todos los días. Incluso el tres puertas, aunque a juzgar por la noticia de que en EEUU solo se venderá el VW Golf GTI como cinco puertas, uno no sabe si prepararse para este cambio aquí en Europa.

¿Pero el Golf GTI de la prueba es el normal?

Si por normal te refieres al de 220 CV, sí, es el normal. Más que nada porque tienes el Volkswagen Golf GTI Performance, que añade algunas cosillas que los más frikis sabrán apreciar. Por ejemplo, más potencia y un diferencial de deslizamiento limitado diseñado específicamente para este coche. Es mecánico, pero se controla electrónicamente. Más deportivos tienes sin duda modelos como el VW Golf GTI Clubsport S que ya hemos probado, por cierto.

O sea, que el GTI se queda en poca cosa...

De eso nada. Para empezar, tiene el dierencial electrónico XDS+. Utiliza los frenos para simular el autoblocante, pero funcionar, funciona de mil maravillas: frena la rueda interior y, cuando vas fuerte lo notas trabajando intensamente para que tu ánimo de emular a Walter Röhrl no se convierta en algo grave o preocupante.

Si pisas a fondo, tienes empuje constante desde un pelín antes de las 2.000 vueltas hasta las 7.000, aunque sin duda es en la zona media donde se encuentra mejor. Si vas por una carretera muy virada, su tercera, que definiría como diabólica, es todo lo que puedes necesitar. Frenas, giras, gas a fondo, frenas, giras, gas a fondo... así hasta el inifinito, que es ese punto que se sitúa exactamente en el mismo lugar en que te quedas sin gasolina....

220 CV suena a poco al lado de los 280 del Opel Astra OPC...

Puede ser, pero lo cierto es que el Volkswagen Golf GTI pasa un poco de la guerra de potencia que libran los Opel Astra OPC, Renault Mégane RS (ojo: así podría ser el nuevo Renault Mégane RS) o Ford Focus ST. El alemán no es que se sienta lento, aunque es verdad que acelera más despacio y esas cosas. En lugar de fuerza bruta, ofrece prestaciones de un modo más comedido. La parte buena es que es más fácil extraer su potencial, por lo que puedes acelerar con más confianza a la salida de una curva sin necesidad de estar pendiente de cuántos caballos se te escapan por el eje delantero. Además, con la caja DSG puedes centrarte en conducir rápido sin comerte demasiado la cabeza.

¿DSG? Yo quiero un Golf GTI manual

Desde luego el Golf GTI con caja manual es EL GOLF GTI. El doble embrague es tremendamente efectivo y tal, pero el tacto de la palanca (aunque quizá exige acostumbrarse al principio porque no es taaaan rápido o deportivo como te puedes esperar) y el embrague, la sensación de un punta-tacón bien hecho... Eso no tiene precio. Además, ten en cuenta que llevas una bola de golf en el pomo como homenaje al primer Golf GTI.

La dirección está bien, también, con el peso que esperas de un deportivo. Es adaptativa, con lo que está continuamente adaptando el nivel de rapidez en función de cómo conduzcas. Todo muy bonito, pero, llámame loco, hubiera preferido un sistema normal para saber a ciencia exacta cuánto giran las ruedas en función del giro del volante. La parte buena del sistema es que, con dos vueltas entre topes, al final siempre puedes llevar las manos en la misma posición del volante en carreteras estrechas y tortuosas (y manejar las levas del DSG más fácilmente. Lo sé: quieres el manual).

Suena todo a demasiado predecible...

El Volkswagen Golf GTI ha sido siempre el compacto deportivo por antonomasia. Le pese a quien le pese (desde la era del Astra GSI hasta el nuevo Peugeot 308 GTI; aquí tienes los 40 años de Volkswagen Golf GTI en 22 fotos), los fabricantes se miran en este espejo a la hora de lanzar su modelo. Más cómodo que el Golf GTI; más rápido que el Golf GTI; más potente que el Golf GTI. Puede que en cada apartado no destaque especialmente, pero a la suma de puntos vence a todos. Ya sabes, sobre todo si tienes la selectividad (o como se llame ahora) fresca: en el punto medio está la virtud.

Nuestro veredicto

0.8