Prueba del Citroën C4 PureTech 155 EAT8: más potencia, mismo confort

Citroën lleva años sorprendiéndonos, en concreto 102 -a los habitantes de este planeta, así en general, no creas que tengo más noches que el conde Drácula-. El último de sus productos, el C4, no ha dejado indiferente a nadie, ya sea por su diseño o por lo confortable que puede llegar a ser a bordo. Ahora la gama se completa con el motor más potente, que es el que equipa el coche de la prueba, el Citroën C4 PureTech 155 EAT8.

Prueba del Citroën C4 PureTech 155 EAT8

La compañía de los chevrones sigue apostando por el downsizing para mejorar los consumos y las emisiones. Pero lo bueno de ello es que no se deja fuerza por el camino. El ejemplo más claro lo tienes en el motor EB2 -estrenó 121 patentes-, que es el de tres cilindros, 1.199 cc, sobrealimentación, inyección directa y, en este caso, 155 CV.

Cinco coches para no odiar el 'downsizing'

Para pasar de 130 a 155 CV, la firma ha tenido que llevar a cabo profundas modificaciones en el circuito de admisión, en los conductos de la culata y el caudal del turbo, aumentándolos; se han equipado nuevas bujías e inyectores, se ha reforzado la estructura del bloque del cárter de cilindros y el cigüeñal en sus puntos de giro y apoyo, se ha equipado un nuevo software y se han introducido unos pistones denominados 'de tipo galería'. Estos se caracterizan porque tienen un conducto circular con dos embocaduras tallado en la cabeza.

Prueba del Citroën C4 PureTech 155 EAT8

La verdad que esos cambios, en marcha, se notan. Aunque, si te soy sincero, creo que con el PureTech 130 va más que sobrado. El de la prueba, el Citroën C4 PureTech 155 EAT8, ofrece una entrega excelente, y lo mejor de todo ello es que a tan solo 1.750 rpm tienes a tu disposición todo el par, 240 Nm, gracias a que el turbo tiene un control electrónico de la presión de la sobrealimentación. 

Acelera de 0 a 100 km/h en 8,5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 208 km/h, eso sí, siempre que no utilices el modo ECO, porque capa la entrega de potencia y parece que tiren de él una caballería compuesta por 70 potros en lugar de por 155. Por ese motivo lo dejaría solo para circular por ciudad o en el caso de que quieras conseguir un consumo cercano al oficial, que es de 5,8 l/100. Yo, durante la prueba del Citroën C4 PureTech 155 EAT8 he logrado uno medio de 7,0 l/100, pero he de decir que he pisado el pedal del acelerador sin miedo en más de una ocasión, además de circulado en modo Normal en casi todo el recorrido.

Prueba del Citroën C4 PureTech 155 EAT8

Para que la comodidad de marcha sea mayor se ha equipado la transmisión automática de convertidor de par, que destaca por su suavidad; los asientos Advance Comfort, con mayor mullido; y la suspensión con amortiguadores progresivos hidráulicos. Rory Reid, expresentador de Top Gear, ha dicho del Citroën e-C4, el eléctrico, que es "el Rolls-Royce de los hatchbacks". Por su conducción tipo alfombra voladora, lo compro. Y por ello olvídate de abordar un puerto de montaña a alta velocidad, porque los balanceos y los cabeceos de la carrocería son acusados. Tampoco lo harías con un Rolls-Royce, porque las copas de champagne de cristal de las plazas traseras acabarían como el alimento del faquir de Curtis.

Este Citroën C4 está fabricado en España, en Madrid concretamente, y tiene un precio de partida de 27.270 euros -con descuentos de la marca-, cifra que incluye: freno estacionamiento eléctrico, climatizador automático bizona, acceso y arranque manos libres, sistema vigilancia ángulo muerto, llantas de aleación aeroblade diamantada de 18", Pack Drive Assist, espejos retrovisores eléctricos y abatibles y Citroën Connect Box ( llamada de emergencia y asistencia), entre otros elementos.

Prueba del Citroën C4 PureTech 155 EAT8

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