Prueba del Hyundai Kona eléctrico: un SUV eléctrico con hasta 514 km de autonomía y un aspecto inconfundible

Prueba del Hyundai Kona eléctrico

El nuevo Hyundai Kona suma la versión eléctrica a su gama, que llega con dos variantes y capacidades mejoradas. ¿Cuál es el resultado de esta nueva edición?

El nuevo Hyundai Kona ya está a la venta con hibridación, pero la versión eléctrica se ha decidido ofrecer más adelante. Este pasado mes de agosto empezó a fabricarse en la planta de la marca en Nošovice (República Checa) y ahora voy a conducir una de esas unidades. Esta es la prueba del Hyundai Kona eléctrico.

El SUV de Hyundai ha recibido una actualización notable en esta última generación y ha variado en muchos aspectos. De hecho, el cambio salta a la vista, aunque no es nada que no haya visto ya en las otras variantes que ya estaban a la venta. 

En general, el diseño del Kona eléctrico no trae grandes cambios y lo que más ayuda a identificarlo es el puerto de carga del frontal, aunque eso no quiere decir que pase desapercibido. Este es un coche llamativo y con personalidad, algo que me gusta. Con esto como base, me encuentro con una unidad de color grisáceo, con los pasos de rueda pintados y detalles en negro.

Siguiendo hacia el interior, tampoco hay grandes cambios respecto de las versiones de combustión. En el salpicadero hay dos pantallas unidas de 12,25 pulgadas, con una para el cuadro de instrumentos y una central táctil para el infoentretenimiento. En la parte central hay botones para la radio y accesos directos, eso sí, pero no demasiados. Buena elección.

Para resumir la configuración del interior del Hyundai Kona eléctrico, diría que me recuerda al de coches como el IONIQ 5 y no es excesivamente minimalista. Para mí, esto es positivo, como también lo son los acabados el espacio. En los asientos delanteros estoy cómodo y en las plazas traseras tampoco me veo justo, tanto en lo referido a las piernas, como en el espacio para la cabeza.

Por supuesto, esto es algo que también vas a encontrar en una versión híbrida de este SUV. En esencia, la clave de esta configuración está en el apartado mecánico, donde podemos distinguir dos versiones

La configuración estándar ofrece 156 CV y 255 Nm de par. Monta una batería de 48,4 kWh y ofrece una autonomía de 377 km, mientras que la versión Long Range hace que la autonomía del Kona eléctrico llegue a 514 km. Aquí la batería también aumenta, hasta los 65,4 kW, mientras que la potencia llega a 218 CV, con el mismo par de la versión de acceso.

¿En qué se traduce todo esto?

Más allá de datos y cifras, al probar el Hyundai Kona eléctrico noto cómo en ciudad se comporta con soltura y suavidad. La dirección es blanda y esto se agradece en zonas estrechas y aparcamientos. Además, la respuesta inmediata del motor ayuda en los semáforos o en rotondas, pero no es tan brusca como la de otros coches eléctricos y es fácil de modular con el pedal.

Hablo del pedal del acelerador, claro, porque apenas tengo que usar el del freno. Con las paletas situadas tras el volante puedo regular los cuatro niveles de retención, pensados para distintas carreteras y situaciones. En el más fuerte, se activa el i-PEDAL, en el que el coche frena al levantar el pie del acelerador. Esto detalle lo encontramos también en otros eléctricos y se enfoca a la ciudad. 

Prueba del Hyundai Kona eléctrico

Además de esto, como buen eléctrico, en el habitáculo casi reina el silencio. Digo casi, porque no es realmente así. No, el motor no suena, aunque es posible contar con un sonido artificial. Lo que sí suena, no obstante, es el pitido de algunos sistemas de ayuda y seguridad del coche.

Como todos los coches modernos, este SUV cuenta con distintos asistentes, así como con un avisador que se activa cuando superas el limite de velocidad. Se trata de un pitido que suena aunque apenas hayas superado dicho límite y sí, es muy irritante, así como puede dar lugar a confusión.

Al escucharlo por primera vez, no sabrás si te has dejado una puerta abierta o no te has puesto el cinturón, ya que el sonido es similar al de estos avisos. Al identificar lo que es, podrás desactivarlo con los menús, pero se volverá a activar al arrancar el coche. Esto no será algo específico de este coche, ya que está ahí por normativa europea, pero es realmente molesto.

Al menos, este es el rasgo que menos me gusta en esta prueba del Hyundai Kona eléctrico y no se trata de algo propio del coche. Sobre lo que sí compete a este modelo, hay sistemas que me gustan. Por ejemplo, la cámara que se activa y se muestra en una de las esferas del cuadro cuando pones el intermitente, para darte más visibilidad a la hora de hacer un giro o adelantamiento.

Además de esto, sobre el comportamiento tampoco tengo quejas. Como he dicho, por ciudad es cómodo, mientras que en carretera no hay apenas ruido y es suave, así como no es perezoso en incorporaciones y adelantamientos. ¿Quieres más rendimiento? Hay modos de conducción, pero no busques grandes cambios. Notarás más diferencia entre el Eco y el Sport, pero nada extremo.

Prueba del Hyundai Kona eléctrico

Es de esperar, claro, ya que este no es un deportivo y su idea no es ofrecer una conducción así, aunque la unidad que conduzco monte unos neumáticos Nexen NFera Sport 235/45 R19. De hecho, el balanceo al tomar curvas a mayor velocidad confirma que ese no es el carácter de este coche. Su suspensión es más bien blanda y noto menos estabilidad que, por ejemplo, en un IONIQ 5.

Aun así, las gomas y la suave dirección son de ayuda en carreteras con curvas y, con una conducción normal, no notarás el mínimo problema. Es para lo que se ha pensado este todocamino, para una conducción normal en el transcurso de la vida diaria. Ahí, se trata de un SUV muy correcto, con una buena dosis de espacio y comodidad.

En definitiva, el Hyundai Kona ha mejorado mucho, también en esta versión eléctrica. Con el boom de este tipo de modelos, tiene bazas para lograr unos buenos resultados, pero habrá que ver cómo le sitúa su precio ante unos rivales también muy capaces.

Nuestro veredicto

8

Etiquetas: Motor