Prueba del Mazda3 2019: más maduro y mejor

Mazda3 2019
Ha dado un gran paso adelante en todos los aspectos

Aunque se presentó hace meses, hasta ahora no había podido disfrutar de la prueba del Mazda3 2019. Digo disfrutar porque me parece que es uno de los mejores compactos que existen en el mercado, tanto por calidad de conducción como por aspecto.

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Las líneas exteriores evolucionan el diseño Kodo que utilizan en Mazda y que, poco a poco, los ha convertido en un fabricante que hace coches verdaderamente bonitos. Claro, es cuestión de gustos, pero para mí este es de los más chulos de un segmento en el que reina el Volkswagen Golf y el Seat León con puño de acero.

Hablo de estos dos modelos por sus ventas, pero en realidad en la marca japonesa no lo dudan ni un momento: apuntan al nuevo Mercedes Clase A, BMW Serie 1 y Audi A3 Sportback como referentes. Es mas: aseguran que, mientras en generaciones anteriores se fijaban en un modelo para marcar el nivel, en esta ocasión han sido ellos mismos los que han pensado que quieren seguir su camino.

Motores del nuevo Mazda3 2019

Seguramente estés esperando que cuando te cuente más cosas del nuevo Mazda3 2019 hable del motor Skyactiv-X que, dicen en la marca, va a ser revolucionario. Pero te vas a quedar con las ganas, porque en el momento del lanzamiento solo va a haber un motor diésel de 1,8 litros y 116 CV y un gasolina 2.0 con 122.

Y precisamente el gasolina es el protagonista de mi primera prueba del Mazda3 2019. Puede que de primeras te llame la atención que un bloque de dos litros ofrezca tan poca potencia. Ya lo dijeron cuando presentaron los Skyactiv: no se trata de downsizing, sino de rightisizing. Es decir de utilizar el motor adecuado.

En este caso parece que lo han logrado: si echas un vistazo a la ficha técnica, podrás ver que tiene consumos de motores menores, pero también unas prestaciones más que dignas. Parte de la culpa de la eficiencia la tiene un sistema mild hybrid que no solo le permite formar parte de la liga de los coches híbridos, sino que también podrá lucir la pegatina Eco en el parabrisas.

Más allá de eso, este sistema también está unido al cigüeñal, por lo que consigue algunas ventajas como que el start-stop, que en la marca se llama i-Stop, entre en funcionamiento más y mejor que otros modelos. Además, ayuda algo en las prestaciones.

¿Se nota en marcha? La verdad es que no sabría decirte. Pero te aseguro que el cuatro en línea atmosférico es muy agradable de conducir. En ciudad el trámite de arranque-parada entre semáforos se hace sin esfuerzo y sin excesivas vibraciones. También te deja ir en marchas relativamente largas para reducir el consumo. 

A la hora de salir a autopista la prueba del nuevo Mazda3 se pone más interesante. En sexta llaneas a unas 2.500 rpm con un nivel sonoro bastante contenido. Es cierto que se escucha el aire, pero solo si prestas atención. Eso sí: no busques unas recuperaciones fulgurantes. Aunque sube alegre de vueltas y la potencia máxima la da a 6.000 rpm, lo cierto es que se hace el remolón en la zona alta. No hay milagros: 122 CV atmosféricos dan para lo que dan.

Christian Schultze, director de Tecnología de Mazda en Alemania, me dijo que ellos no buscan que el conductor tenga que "domar" al coche, sino que quieren que tengas una relación fluida. Que te montes y te vayas. Pero eso no quiere decir que sea aburrido de conducir. De hecho, diría que es más que digno.

Lo notas en cuanto sales a una zona revirada. La suspensión aguanta la carrocería y apenas tienes cabeceos y balanceos. El feeling que te da es de calidad y seguridad, por lo que puedes mantener un buen ritmo sin pasarlo mal.

El eje delantero es bastante preciso y el trasero sigue la senda sin rechistar. Quizá me hubiera gustazo algo más de peso en la dirección, pero tampoco creo que sea algo decisivo a la hora de recomendar este coche.

El interior también se ha remodelado. Me gusta la consola central tan limpia y bien diseñada. Creo que tiene una calidad más que aceptable y unos acabados dignos. Es de líneas horizontales y da sensación de desahogo. Más allá de eso, hay como tres campos: arriba está la pantalla de 8" con la información del navegador y demás. En el medio, el climatizador y detrás de la palanca del cambio el control giratorio desde el que se controla todo.

Y ¿sabes qué? NO-HAY-NADA-TÁCTIL. NA-DA. Es una maravilla poder disfrutar de controles físicos que funcionan a la primera y que no te obligan a desviar la atención de la carretera...

Como conclusión, tras esta prueba del Mazda3 2019 diría que el segmento de los compactos acaba de recibir un nuevo gallito.Uno duro que juega en doble terreno: el de los generalistas y el de los premium. Por eso puede llegar a ser peligroso para todos...

Nuestro veredicto

8