Prueba nuevo Ford Focus ST 2019, 280 CV amarrados al suelo

Alfredo Rueda
Tengo un instructor de la marca sentado a mi lado para esta prueba del Ford Focus ST 2019. Esto siempre corta un poco, pero cuando has cumplido cierta edad, cada vez menos. Y es que estoy a los mandos de uno de los compactos deportivos más esperados del mercado y que me va a ofrecer 280 CV de potencia para mi disfrute. Aunque tengo un circuito de pruebas de Ford ante mi (Circuito de Lommel) elijo el modo Sport directamente con un botón al uso dispuesto en el volante. Los otros tres modos disponibles son: Slippery/Wet (resbaladizo/mojado), Normal, y Track (circuito). Lo sé. Me estás insultando en este preciso instante. Estas pensando… ¿por qué no habrá elegido Track el membrillo este? Pues, aunque efectivamente, mi falta de pelo me asemeje gravemente a un membrillo… prefiero ir poco a poco. Bueno, el modo Sport me dura exactamente lo que tardo en arrancar y cubrir los 300 metros que me separan de una zona revirada.
Le pongo 'Track' y empieza la fiesta: comenzando por su sonido, que aunque sea de forma ‘artificial’, inunda el habitáculo con una atmósfera de lo más racing. Y es que el interior, y el salpicadero no son de lo más deportivo del mercado. Ese sonido lo compensa.
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Y te anima a pisar el acelerador de verdad. Además, el instructor, al que miro de reojo a la vez que hundo el pie derecho, ni se inmuta. “Esta es la mía” pienso.
Comienzan a llegar las curvas y me extraña que ya no haya aparecido un escandaloso subviraje. Tarda mucho en hacerlo. Pero mucho. El diferencial electrónico autoblocante eLSD, que manda fuerza a la rueda que lo necesita (hasta un 100%), normalmente la del exterior a un viraje, hace que la tracción de este Ford Focus ST 2019 se salte los límites de la física y de toda lógica. Es lo mejor del coche, sin duda alguna: lo bien que tracciona en cualquier circunstancia.

Prueba del Focus ST: ese motor...
Respecto a su motor, sus 280 CV te catapultan literalmente al ST al siguiente viraje… y con su rápido y preciso cambio manual casi lo que más llama la atención es ese ‘punta-tacón’ que hace de forma automática al reducir y que te hace sentir todo un piloto… Un chasis que no se descompone fácilmente, una amortiguación bastante firme, que sujeta muy bien las fuerzas G laterales que se producen en este compacto o unos frenos de mordiente sobresaliente y en esta prueba en circuito, aunque no duró muchas vueltas, no acusaron cansancio alguno ni modificación en su tacto o recorrido; hacen que conducir este coche a ritmo elevado sea toda una gozada. La guinda la pone una dirección de lo más deportiva y directa. Solo puede dar dos vueltas completas de tope a tope incrementando su rapidez un 15%.

Tampoco es casual para este comportamiento que se haya reducido su altura al suelo en 10 mm y se ha aumentado su rigidez en un 20% delante y un 13% detrás. La suspensión adaptativa de este Ford se llama CCD (Continuosly Controlled Damping), y ajusta su respuesta cada dos milisegundos. Esta suspensión, con el Performance Pack, añade el modo Track, que se diferencia bastante de los otros dos modos (Normal y Sport) en cuanto a dureza y sujeción de la carrocería.
Estética… muy fría
Visualmente la versión más deportiva (por ahora) el Ford Focus de este prueba no ‘tuerce cuellos’. Demasiado comedido para mi gusto. Por lo menos cuenta con dos colores que llaman bastante la atención: Ford Performance Blue o el de lanzamiento Orange Fury y que puedes ver justo aquí debajo. Además, las llantas son exclusivas y de hasta 19 pulgadas.


El interior de este Ford Focus ST 2019 tampoco te hará sentir como Fernando Alonso. Faltan detalles racing. Se nota que para los responsables de Ford, lo fundamental aquí era mejorar su comportamiento y sus sensaciones a bordo. Eso sí, sus asientos tipo basquet son lo más deportivo de este soso interior y sujetan el cuerpo acorde a las sensaciones deportivas que ofrece y a la fuerza lateral que soportarás y que, en unos asientos normales… saldrías por la ventanilla.

Con motor de gasolina… ¡y diésel!
Como lo lees… habrá un motor diésel EcoBlue 2.0 de 190 CV y un par de 400 Nm que acelerará de 0 a 100 km/h en 7,6 segundos. Pero si quieres disfrutar realmente de todo el potencial que ofrece el chasis del Ford Focus ST 2019, el realmente interesante es el gasolina EcoBoost 2.3 litros de 280 CV a 5.500 rpm, un 12% de revoluciones antes que el anterior ST. Este es el motor más potente ofrecido nunca en un Focus ST. En cuanto a par, ofrece 420 Nm y cubre el 0 a 100 km/h en solo 5,7 segundos, 0,8 segundos más rápido que su predecesor.

Ford
Ambas mecánicas contarán con una caja manual de seis velocidades o una automática de siete, esta última no la llevarán los motores diésel y, para los gasolina, llegará más tarde: a finales de año.
Esta caja manual tiene una tacto suave y preciso, que permite disfrutar mucho accionándola, pero es que además incluye el sistema que Ford denomina ‘RevMatching’ que emula la maniobra del punta-tacón, ajustando las revoluciones del motor y del eje de salida de la caja de cambios al reducir marchas. Y para rematar y que salgas de los semáforos como alma que lleva el diablo, cuentas también con la función ‘Launch Control’, que permite arrancar desde parado con la máxima aceleración posible.

Tras hacer esta prueba del Ford Focus ST 2019, tengo que decirte una cosa: si hablamos de acelerar, yo estoy corriendo al banco para preguntar cuál es mi saldo. Todavía no se conocen los precios, pero yo quiero el mío ya...
Nuestro veredicto