Prueba del Renault Twingo Z.E. 60 kW: listo para hacerse con la ciudad

Renault Twingo Z.E.

Mucho más de lo que aparenta

Es innegable que el automovilismo está avanzando hacia una movilidad más sostenible, y las ciudades, en las que ya se han establecido restricciones dirigidas a los modelos de combustión, se han convertido en uno de los mayores territorios de los vehículos eléctricos. Ahora, Renault ha optado por dotar a su emblemático Twingo con esta propulsión, con el objetivo de conquistar el ámbito urbano. Pero ¿cumple las cualidades para ello? Es lo que voy a averiguar en esta prueba del Renault Twingo Z.E. 60 kW.

Muchas marcas se han dedicado a desarrollar coches eléctricos desde cero recientemente, pero en el segmento de los utilitarios, la firma francesa ha decidido aprovechar un modelo que ya contaba con una identidad y unas capacidades muy asentadas. En 2021, el Twingo ha cambiado y ya no se ofrece en España en variantes de combustión, pero sigue manteniendo aquellas cualidades que lo han definido durante años.

En cierto modo, la propulsión de este modelo es la mayor novedad que nos encontramos, ya que su estética se mantiene sin grandes cambios desde que se presentó la actual generación en 2014. El diseño del Renault Twingo Z.E. no se diferencia de las versiones con motor térmico que se ofrecen en otros países, con la excepción de algunos detalles en azul que se añaden en función del color que seleccionemos. Sin embargo, la serie limitada ‘Vibes’ de nuestro modelo de pruebas sí incluye algunas variaciones.

Es en esta configuración donde destacan las llantas de aleación de 16” -con neumáticos 185/50 R16 delante y 205/45 R16 detrás-, el pack exterior con insignias decorativas, el color opcional ‘Naranja Valencia’ -por un precio de 620 euros-, los vinilos opcionales en los laterales y el techo -por unos 300 euros- y el pack interior con distintivos de esta variante. 

Al margen de esto, el aspecto es el habitual en este modelo, caracterizado por las ruedas situadas muy hacia los extremos de la carrocería, el capó corto -que se quita en lugar de abrirse y solo esconde unas tuberías- y el techo en una posición muy elevada para favorecer el espacio interior. Se mantienen además detalles como la rejilla de ventilación en la aleta trasera izquierda, dado que el motor se coloca atrás, las ventanillas traseras que se abren de forma lateral o el portón trasero de cristal, cuyo botón de apertura se sitúa sobre el logotipo de la marca y puede ser difícil de encontrar.

Pasamos de esta forma al interior del Renault Twingo Z.E., que ha resultado ser mucho más espacioso de lo que esperaba. La habitabilidad es buena, la insonorización es aceptable -aunque en carretera se escucha más el viento- y las plazas delanteras son cómodas, con asientos de piel y tela que cumplen debidamente su función. Las plazas traseras, por su parte, también son agradables, pero una persona alta puede no sentirse tan cómoda debido al menor espacio en esta zona. Finalmente, el maletero de 210 litros puede parecer que se queda algo corto, pero esta capacidad se aumenta notablemente gracias a la posibilidad de abatir los asientos traseros e incluso el delantero del acompañante.

En general, el diseño del habitáculo es atractivo, con zonas que se presentan en el color de la carrocería o en otros tonos para aportar contraste. Los materiales son agradables al tacto, aunque se nota la presencia de algunos plásticos de peor calidad en áreas como el freno de mano. 

Si nos sentamos en el asiento del conductor, frente a nosotros encontramos un volante amplio con algunos botones para controlar elementos como el control por voz, tras el que se sitúa un velocímetro analógico cuyo diseño me recuerda en cierto modo a los de los Mini. Aquí se coloca también una pequeña pero útil pantalla que nos indica el porcentaje de la batería, la autonomía o la velocidad a la que circulamos.

Por la zona central se sitúan los controles físicos del climatizador, entradas USB y la pantalla de infoentretenimiento. Esta última podemos utilizarla con el sistema propio del coche, así como con Android Auto o Apple CarPlay, y su respuesta y comodidad son buenas. Sin embargo, no se encuentra orientada al conductor, lo que a veces puede dificultar su visibilidad.

¿Cómo se comporta?

A la hora de conducirlo, la postura de conducción se siente elevada y el comportamiento del Renault Twingo Z.E. se caracteriza por una suavidad a la que contribuye el pedal del acelerador, cuyo tacto nos permite regular fácilmente la cantidad de energía en cada momento como lo haríamos en un modelo de combustión. Eso sí, cuando es necesaria una mayor inmediatez, la respuesta de sus 81 CV es inmediata y permite disfrutar al volante.

En marcha, dado que se trata de un coche automático, normalmente colocaremos la palanca en posición ‘D’ para conducir, pero también la podremos colocar en posición ‘B’ para recuperar energía cuando levantamos el pie del acelerador. Cuenta con tres niveles de intensidad y se recomienda utilizar la más baja para la carretera y la mayor para la ciudad. Cuando circulamos en este último caso también sale a relucir la dirección, que es lo suficientemente blanda como para maniobrar con total comodidad por calles pequeñas, algo que es incluso más sencillo gracias a los 45º de giro de las ruedas delanteras.

Por otra parte, la suspensión de este utilitario es más bien firme, pero absorbe adecuadamente los resaltos y las imperfecciones de la carretera, lo que unido a su estabilidad hace que la conducción sea agradable en ciudad y en carretera. 

Autonomía de 190 km

En la parte mecánica, el motor del Renault Twingo Z.E. es un eléctrico de 60 kW -unos 81 CV- con baterías de 20 kWh situadas bajo las plazas delanteras y refrigeradas por agua. La autonomía según el ciclo WLTP es de 190 km, aunque en ciudad la marca asegura que se aumenta hasta los 270 km. Aun así, en ocasiones parece que la batería se gasta con demasiada rapidez, algo que podemos intentar compensar con los modos de recuperación de energía o con el modo ECO, que limita el par y la velocidad.

El coche cuenta con un enchufe de Tipo 2 para las recargas y Renault asegura que puede recuperar un 80% de su autonomía en media hora de carga, aunque quizás el mayor problema es encontrar un punto de carga adecuado si no cuentas con uno en tu domicilio o lugar de trabajo.

Por lo tanto, el Renault Twingo Z.E. cumple con creces en aquello para lo que ha sido pensado. Es un coche que puede suponer una buena opción si vives en una ciudad o dispones de un punto de carga en tu domicilio y no recorres demasiados kilómetros al día. Sus características hacen que sea de lo más cómodo para conducir por una gran urbe, donde además podrás aparcar sin problemas y su precio -a partir de 19.980 euros o 21.080 euros en la serie Vibes- puede ser un atractivo si te puedes beneficiar de las ayudas del Plan Moves III. 

Por otro lado, en lo que se refiere a los 'contras' hay que tener en cuenta que se trata de un coche eminentemente urbano, por lo que su autonomía y la falta de puntos de carga en algunas zonas pueden hacer que te veas más limitado si pretendes realizar recorridos más largos. Al final, dependerá de tus necesidades y preferencias en el día a día.

Nuestro veredicto

7

Etiquetas: Motor, Utilitarios