Cadillac Le Monstre: para algunos, el coche de carreras más feo de la Historia
Javier Prieto
Después de los Chaparral 2J 'ladrillo', y Brabham BT46B 'ventilador', nos propusimos el reto de encontrar el coche de carreras más espantoso y friki de la Historia. Misión cumplida. Se trata del Cadillac Series 61 'Le Monstre' (monstruo en francés).
Como te puedes imaginar, el apellido del bicho anuncia sus virtudes estéticas. Su 'belleza cubista o abstracta', hace que estemos ante uno de los coches más ho-rro-ro-sos que jamás hemos visto.
Y ojito, que no lo decimos nosotros, porque su apelativo (Monstre) se lo pusieron los aficionados franceses en las 24 Horas de Le Mans 1950.
Sin embargo, el bravo Cadillac 'Le Monstre', pilotado por los americanos Briggs Cunningham y Phil Walters, no solo concluyó la prueba, sino que tras un remontadón de 24 puestos, terminó undécimo.
Y aunque parezca increíble, las burlas que recibió en los primeros compases de la prueba, se transformaron en elogios a su finalización.
Sí, el patito feo se ganó el corazón de los presentes en la meta de aquel 25 de junio, que no daban crédito al verle pasar a más de 200 km/h por la recta de Mulsanne.
La bestia yanqui demostró que podía luchar (casi) de tú a tú con los rivales europeos. todo un desafío a este lado del Atlántico donde el dominio continental era apabullante.
Los padres del 'monstruo'
Pero, ¿quién fue el artista que creó el Cadillac 'Le Monstre'?¿Qué pesadilla lo hizo realidad? Según parece, el padre del engendro fue Briggs Cunningham, un multimillonario estadounidense enamorado de la velocidad.
Como se aburría en su país, Briggs decidió participar en la carrera de resistencia más dura y famosa del mundo. 'Solo' necesitaba un coche y se puso manos a la obra.Tomó como base un Cadillac Series 61 Coupé manual y para darle un poco de bombo al proyecto lo llamó prototipo DPi-V.R.
Le añadió un depósito de combustible adicional porque su descomunal V8 de 6,2 Litros y 600 corceles, chupaba lo suyo. Al mismo tiempo, efectuó algunas otras adaptaciones para convertir aquel trasatlántico en una bestia de competición.
En cuanto a la modificación carrocería, el elemento estrella del Le Monstre, corrió a cargo de Howard Weinman. Este ingeniero aeroespacial, un adelantado a su época, dio los últimos retoques a su 'Frankenstein' tras testar su comportamiento aerodinámico en un túnel del viento.Aquello fue coser y cantar... después de invertir un pastizal, claro.
Y colorín, colorado, el relato del Cadillac Series 61 'Le Monstre, se ha acabado. Por cierto, compara su 'hermosura' con los F1 más horrendos de todos los tiempos que aparecen bajo estas líneas y dinos cuál te mola más.