Prueba: Zenos E10 R, con 507 CV por tonelada, amiguitos

En esta prueba del Zenos E10 R (¿no lo conocías? Bueno, ahora te explicamos) te contamos qué tiene de guay -y de no tan guay- este deportivo británico.

Texto: Jason Barlow

Ah, el Zenos E10 R. En el abecedario de la industria artesanal de los deportivos británicos, sabemos dónde encontrar éste.

Alfabéticamente, sí. Cierto, está al final. Pero con apenas un par de años de existencia, esta pequeña start-up lo está haciendo realmente bien; después de 10 minutos al volante de este modelo es sencillo saber por qué.

Continúa.

Bien, para describirlo mejor, el Zenos E10 es en lo que debería haber mutado el Caterham Seven si no hubiera sido mantenido en un estado de animación suspendida (muy entretenido, por cierto). Dado que dos ex de Caterham y Lotus, Ansar Ali y Mark Edwards, fundaron Zenos, esto no nos pilla por sorpresa.

El E10 lleva un chasis de aluminio y su carrocería es de fibra de carbono reciclada –proporcionada por una compañía llamada Bright Lite Structures- con un núcleo termoplástico. El resultado es algo lo suficientemente atractivo como para considerarlo un argumento de venta sólido; esto permite a Zenos encontrar su hueco entre los Ariel, BAC, Caterham, Ginetta, Lotus y Radical. Alfabéticamente o como quieras. Es incluso apropiadamente bonito, sobre todo su zaga.

¿De verdad hay sitio para otro pececillo británico hasta los topes de adrenalina?

Lo hay si es tan bueno como éste. El Zenos E10 R es el modelo más deportivo de la gama y está impulsado por el motor Ford 2.3 Ecoboost, con un turbo para llegar a los 354 CV y 474 Nm… en un coche de 700 kilos. Haz las cuentas correctas y descubrirás que la relación peso/potencia es de 507 CV por tonelada. Otras comodidades de la versión R incluyen muelles más firmes (un 10% más en el eje delantero y un 20% más en el trasero), nuevas pastillas de freno –con la promesa de sensaciones mejoradas-, un mapa del motor revisado y asientos en un compuesto de carbono con arneses de cuatro puntos.

El escalón de entrada es el E10 con 200 CV, que cuesta unos 34.500 euros. La pesadilla de los superdeportivos, el E10 R, son unos 51.000 euros… O 56.300 para los espabilados que se hagan con la Drive Edition que hemos probado. Eso se traduce en amortiguadores Bilstein ajustables, paneles especiales de grafito y un volante que puedes quitar, entre otras cosas.

Y a menos que tu idea de la diversión sea tirarte en paracaídas desde un Eurofighter Typhoon sobre un área del Océano Pacífico llena de tiburones, prepárate para estar muy entretenido.

¿Es todo velocidad y locura a cholón?

Eso es lo extraño: no. Cierto, es hilarante, casi cómicamente rápido, una sensación que se intensifica gracias a la ausencia de parabrisas… Como para romperte el cuello.

Pero el Zenos E10 R es sorprendentemente redondo. Revelación: es el primer vehículo de la marca que hemos conducido. También visitamos por primera vez Blyton Park, un circuito en el que hay mucho espacio… Pero no me apetece una charla con el granjero local, así que las dos primeras vueltas son simplemente exploratorias.

A velocidades modestas puedes, al menos, apreciar la excelente postura de conducción del E10 R, sus pedales, con un espacio perfecto entre ellos, y su panel de instrumentos. Sólo tienes que encajarte ahí y jugar. Con todo lo que me gusta el Caterham, hay que decir que su ergonomía es anterior a la existencia de este término. El Zenos, por su parte, ofrece un comportamiento menos abrumador que el Radical. Aunque no tiene conexión wi-fi.

Pero en coche como éste… ¿un poco de intimidación no es parte del trato?

Cuando el turbo entra en acción, el E10 R llama tu atención de un modo que realmente llama tu atención, ya sabes a qué me refiero. Dicho turbo resuena en algún sitio detrás de tu cabeza y, si llevas casco (cosa que deberías hacer), la violencia de la aceleración es suficiente para fijar la mitad superior de tu cuerpo al asiento con mucha firmeza.

Hay un poco de retraso en la entrada, pero en este trazado -en el que sólo necesitas cuarta y quinta- el R ofrece suficiente fuerza para mantener la diversión. Está calzado con slicks Avon ZZR y, una vez efectuadas las vueltas de reconocimiento, está claro que este coche, pequeño y fabuloso, tiene más agarre en un circuito seco del que puedas desear.

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Sólo sobrevirará si lo fuerzas en alguna horquilla de segunda velocidad; de lo contrario, tendrás que levantar un poco el pie y volver a apretar para que la zaga rote: incluso aunque sea provocado, la puesta a punto del chasis es francamente benigna. Esto confirma lo acertado de la decisión de sus responsables al no colocar un diferencial de deslizamiento limitado. Sencillamente, no lo necesita.

A menos que rebusques bajo la carrocería (que puede desmontarse fácilmente en caso de, ejem, conexión, con las barreras del trazado), no encontrarás acabados irregulares. Está excepcionalmente bien rematado.

Vale… ¿es lo suficientemente afilado?

En general, sí, aunque podría serlo aún más. La dirección es sublime, pero nos gustaría un cambio un poco más suave y una respuesta del acelerador algo más viva. De hecho, después de mirar fijamente el Zenos durante un rato, decido que está más cerca del espíritu de un Mazda MX-5 Clubsport que de un Ariel o un Caterham, los que serían sus rivales naturales.

Hay una capa de educación inesperada, en todo caso, ya que debemos tener en cuenta que el E10 R evita cualquier forma de control de tracción o ABS (ni siquiera tiene un servo para los frenos). En carretera, esto trae sus ventajas. En un circuito… bien, la configuración del vehículo puede ajustarse hasta el infinito y Zenos está muy orientado a sus clientes, así que puedes ponerte las botas.

Suena como si sus responsables hubieran encontrado un filón.

Lo han hecho. Y habrá más, seguro.

Zenos E10 R

Motor: 2.261 cc, 4 cilindros turbo, 354 CV a 6.000 rpm y 474 Nm a 4.000 rpm.

Transmisión: Manual de 6 marchas, propulsión trasera.

Peso: 700 kilos.

0 a 100 km/h: 3 segundos (estimado).

Velocidad máxima: 250 km/h (estimada).

Precio: 51.000 euros (56.300 en el caso de la Drive Edition, que lleva de serie amortiguadores Bilstein ajustables, un volante que se puede quitar, asientos de fibra de carbono con arneses de 6 puntos, palanca de cambios de vástago corto, interior en cuero, frenos mejorados, paneles de la carrocería de grafito y pegatinas).

Nuestro veredicto

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Etiquetas: Superdeportivos