Cinco motivos de peso para comprar un coche eléctrico en 2023
Comprar un eléctrico ya no es una idea descabellada. Estas son cinco razones por las que puedes planteártelo en 2023.
Decidir si comprar un coche eléctrico no ha sido una decisión fácil en los últimos años, ya que había varios inconvenientes asociados a este tipo de vehículos. Todavía hay cuestiones que se deben tener en cuenta, pero también hay razones para considerar adquirir uno de estos modelos. Estos son cinco motivos de peso para comprar un coche eléctrico en 2023.
Con el avance de la tecnología, muchos de los problemas de los eléctricos están perdiendo importancia. Por ello, si estás pensando conducir un automóvil así, hay varias razones que te pueden hacer dar del paso.
Puedes conducir en ciudad sin restricciones
Conducir en el centro de las ciudades puede ser complicado en los tiempos que corren, ya que hay muchas restricciones de acceso para los coches considerados como más contaminantes. Esto es especialmente así en ciudades como Madrid y Barcelona, pero si conduces un eléctrico no tendrás que enfrentarte a ninguna restricción de circulación.
Puedes aparcar en el centro
Volviendo a la ciudad, circular por el centro sin preocupaciones es un punto positivo, pero el aparcamiento en centros urbanos puede ser complicado. Sin embargo, un eléctrico lo hace más fácil, permitiendo estacionar en zonas de estacionamiento regulado SER sin límite de tiempo ni necesidad de abonar una tarifa.
El ahorro en las recargas
El ahorro que presenta un eléctrico al comparar sus recargas con el repostaje de un coche de combustión no es tan grande como antes, pero sigue siendo cierto. Si además cuentas con un punto de carga doméstico, notarás un ahorro en tu bolsillo en el día a día al cargar la batería.
La autonomía ya no es un gran problema
Hace tiempo que la autonomía de los eléctricos era uno de sus mayores problemas. Sin embargo, el descubrimiento de formas de gestionar mejor la energía y de baterías más eficientes ha hecho que este sea un inconveniente cada vez menor, con varios coches que superan los 400 y 500 km de autonomía. Con esto y con el creciente número de puntos de carga, la preocupación es cada vez menor.
Necesitan menos mantenimiento
Una de las grandes ventajas de las mecánicas eléctricas es que son más sencillas que las de combustión. En este caso, hablamos de propulsores mucho más pequeños y que no requieren apenas de piezas móviles o lubricación para funcionar, lo que hace que el mantenimiento que deben recibir sea claramente menor.