Hace poco pudimos probar el Toyota Supra 2.0, la versión más económica del deportivo japonés, que nos dejó buenas sensaciones por lo general. Aun así, nada es perfecto. Por ello, os traemos 4 aciertos y un error del Toyota Supra 2.0.

El icónico modelo de Toyota regresó en 2019, 17 años después de la anterior generación. Lo hizo compartiendo muchos componentes con el BMW Z4, lo cual generó polémica entre los puristas. Sin embargo, al margen de esto, hay varios puntos que se pueden destacar.

Diseño

Puede gustar más o menos, pero lo que es innegable es que el diseño del Toyota Supra gira cabezas -sí, lo hemos comprobado-. Nacido a partir del concept FT-1 de hace algunos años, el aspecto de este modelo destaca por unas curvas prominentes de la ancha carrocería que difieren claramente de cualquier otro modelo situado en su rango de precios.

Esto, junto a una postura baja y a aspectos llamativos como la iluminación, dan como resultado un deportivo con una presencia imponente. No apto para aquellos que quieran pasar desapercibidos, eso sí…

Motor

El motor del Toyota Supra 2.0 es un cuatro cilindros de 2 litros que entrega una potencia de 258 CV, con un par máximo de 400 Nm. De esta manera, sobre el papel se puede hacer un paso de 0 a 100 km/h en 5,2 segundos, mientras que la velocidad máxima es de 250 km/h.

Estas son cifras respetables y lo cierto es que el rendimiento del motor de esta versión es uno de los grandes puntos fuertes. Aunque no sea tan potente como el seis cilindros de la variante superior, el hecho de que el coche sea más ligero hace que la respuesta no deje nada que desear.

Cambio

De cualquier forma, un buen motor no luce como debe si no está acompañado de una caja de cambios a la altura. Pronto llegará a las carreteras el Supra con cambio manual, tan solicitado por los que buscan una experiencia de conducción pura. Aun así, de momento se ofrece con una caja automática de 8 relaciones y su comportamiento es realmente positivo.

Gracias a este elemento, los cambios de marcha se realizan con gran rapidez en cualquier momento y esa efectividad se agradece especialmente en carreteras de curvas. En modo automático, su eficacia es evidente y también es así si seleccionamos el modo manual, lo que ayuda a disfrutar más al volante.

Acabados

Como hemos mencionado, el Toyota Supra tiene una gran influencia de BMW, pero eso tiene también consecuencias positivas. Un ejemplo claro son los acabados del interior, que van en la línea de lo esperado por parte de la marca alemana.

En el habitáculo de este deportivo, podemos encontrar materiales con buen tacto, así como diversos mandos físicos que presentan calidad. No hay nada concreto aquí que de una sensación de “barato” y eso es algo de agradecer en un lugar en el que pasaremos muchas horas.

Diseño interior

Ahora bien, aunque el habitáculo sea agradable por sus acabados, no quiere decir que sea perfecto. Uno de los aspectos que menos convence -al menos, a un servidor- es el diseño en esta zona. En el Supra A80, se podía distinguir cómo el salpicadero y los mandos estaban orientados al conductor, pero aquí no es así.

En este caso, todo se presenta mucho más horizontal y no hay tanto enfoque hacia la persona situada al volante. Y, hablando de volantes, ese es sin duda otro elemento que se podría mejorar. Tanto por el tamaño como por el diseño en sí, podemos decir que no entra en nuestra lista de volantes favoritos.