El Renault 5 nunca ha dejado nuestra mente pero en estos últimos meses, con la confirmación de Renault de que llegará un R5 eléctrico, el utilitario francés no ha parado de sonar. Con todo ello queremos rescatar del pasado las 5 versiones más deportivas de la historia del Renault 5. Y es que tuvo muchas, y muy deportivas.
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Renault 5 Copa
Se trataba de la versión deportiva del Renault 5 de primera generación. Nacía en 1976 y con él la marca nos dejaba un coche de 93 CV y solo 840 kilogramos de peso. Parece poca potencia pero para la época es como un Seat León Cupra. Su apellido, Copa, hacía referencia a las copas monomarca con las que FASA-Renault se promocionaba en España. Aceleraba hasta los 100 km/h desde parado en menos de 10 segundos, con 172 km/h de velocidad punta.
Renault 5 Copa Turbo
Este deportivo servido en frasco pequeño nacería en la década de los ochenta y se llevaría una fama con la que era temido y admirado a partes iguales. Con la idea de que “le saltaba el turbo” o que era “el coche de la viuda” algunos le cogieron terror, pero la realidad es que era un coche muy divertido gracias a unos 110 CV y un peso de menos de 900 kg. Contaba con turbo Garrett T3, llevando el turbo a los deportivos asequibles.
Renault 5 GT Turbo
El Renault 5 GT Turbo llegaría a finales de los ochenta con su nueva generación, el Supercinco. Contaba con una potencia de 120 CV y a pesar de ser más moderno en configuración era muy similar a la de los Copa Turbo. Su estética era muy deportiva, muy apetecible y su conducción seguía dando al conductor lo que esperaba.
Renault 5 Turbo
El “culo gordo” es el Renault 5 más famoso que hayan creado, al menos en lo que a deportividad se refiera. Llegaría en 1980 y buscaba homologar la participación de Renault Sport en carreras de rallye del Grupo 4 de la FIA. Su motor se montaba en posición central-trasera, moviendo el eje posterior, al contrario que el Renault 5 “normal”. Su potencia era de 160 CV, una energía que desarrollaba gracias a un 1.4 turbo de inyección mecánica.
Renault 5 Turbo 2
Muy similar al Renault 5 Turbo “original”, esta segunda edición no es tan admirada por perder parte de su esencia. El interior era similar al del Copa Turbo y la carrocería dejaba de contar con aluminio para pasar a ser de acero. Buscaban rentabilidad su producción y poder venderlo de forma más barata. Se llegaron a fabricar más de 3.000 unidades.
