El BMW Serie 3 y el Volvo S60 2020 son dos de nuestras berlinas favoritas. Así que decidas lo que decidas, debes saber que tu decisión será acertada. El BMW Serie 3 es uno de los coches más atractivos del mercado: su diseño afilado y dinámico conquista, su interior tiene un nivel de calidad y tecnología espectacular y es una referencia a nivel dinámico.

El Volvo S60 es un sedán creado para hacer sentir bien a sus usuarios. Un coche con un diseño también muy atractivo y sofisticado, con un interior donde se prima el refinamiento y la tecnología y una gama de motores muy eficiente, con una gama híbrida realmente amplia y referencia de su segmento.

Como resumen no está mal, ahora vamos a analizarlos un poquito más de cerca. ¿BMW Serie 3 o Volvo S60? ¿Cuál comprar?

Diseño, ¿agresivo o sofisticado?

Hay que decir que ambos coches son súper atractivos estéticamente, aunque los dos consiguen serlo con diferencias notables. El BMW es un sedán afilado y muy interesante, mantiene todos los atributos de anteriores generaciones y da sensación de ser un coche muy proporcionado y equilibrado. Transmite esa excelencia dinámica que todo BMW debe tener.

EL Volvo se ve más sofisticado, más elegante y con detalles muy chulos que también enfatizan su carácter más deportivo, especialmente en las versiones R Design. Muy bien asentado sobre la carretera, su mirada transmite aplomo y seguridad. En el apartado de diseño cada uno deberá decidir cuál le gusta más, yo no puedo entrar ahí porque los dos me gustan.

Interior tecnológico y de calidad

Los dos son berlinas premium y en su interior se nota. El interior del BMW Serie 3 apuesta por el minimalismo y la tecnología, con un nivel de calidad muy alto. Es un interior que te abraza, que da el protagonismo al conductor y que vuelve a poner en relieve el carácter deportivo.

El interior del Volvo S60 2020 es muy atractivo, tecnológico y con elementos que buscan priorizar el bienestar abordo, como uno de los mejores asientos de todo el mercado, incluyendo marcas de súper lujo. Además, es más largo y tiene mayor batalla que el BMW, por lo que el espacio interior es ligeramente mayor. Sin embargo, el maletero del Serie 3 es ligeramente superior.

Comportamiento dinámico: el BMW Serie 3 es referencia

Si lo que buscas es un sedán que vaya muy bien en cualquier terreno, el BMW Serie 3 es tu coche. En una conducción tranquila, su calidad general hace que el refinamiento que consigue sea más que suficiente. Pero donde brilla especialmente es en curvas: en una conducción más deportiva el BMW Serie 3 brilla. Ahí su eficacia es total y te permite pasar un buen rato al volante incluso con versiones diésel pensadas para ahorrar y viajar tranquilo.

El Volvo S60 está más orientado al confort y también es súper recomendable para viajar con la familia, quizás con un rollo algo más tranquilo y sosegado. Aún así, cuando llega las curvas tampoco sufre, pero no es tan emocionante. Si quieres deportividad, el BMW es tu opción. Para todo lo demás, los dos sirven.

Una gama de motores electrificada en el Volvo

La gama de motores del Volvo S60 2020 es bastante escueta y prácticamente toda electrificada de alguna u otra manera. La gama arranca con versiones gasolina de 197 y 250 CV, con micro-hibridación y cambio automático. Por encima llegan la versiones híbridas enchufadles más potentes, con 341 y 392 CV y autonomías eléctricas que rondan los 60 kilómetros.

La gama mecánica del BMW Serie 3 es más tradicional. La gama arranca con los 150 CV de la versión diésel más sencilla o con los 184 CV del gasolina básico. Diésel encontramos además versiones de 190, 265 y 340 CV, mientras que en motores de gasolina tenemos versiones de 258 y 374 CV, a la espera del poderoso M3 de unos 450 CV. También hay un interesante híbrido enchufable con 292 CV y 60 km de autonomía eléctrica.

Precio: ¡la clave del asunto!

El BMW Serie 3 y el Volvo S60 2020 son dos compras recomendables. Hasta aquí, las diferencias son sutiles pero no determinantes. El precio puede ser lo que marque la diferencia. El Volvo arranca en los 43.200 euros para la versión gasolina de 197 CV con cambio automático. El BMW arranca en los 43.950 euros para la versión gasolina de 184 CV con cambio automático.

Poca diferencia, ¿verdad? Más o menos la gama evoluciona similar durante toda la escalera de potencia. La principal diferencia es que Volvo puede ofrecer unas ofertas realmente suculentas en algunas versiones muy concretas de su gama. El problema para los suecos es que no tener versiones diésel puede tirar para atrás a los usuarios que realicen más kilómetros.

Conclusión, ¿cuál comprar?

El precio creo que es un factor determinante. Lo primero que debes hacer es darte un paseo por ambos concesionarios y comprobar las diferencias de tarifa entre uno y otro, con los descuentos incluidos. A igualdad de precio, yo personalmente me quedo con el BMW. ¿Por qué? Creo que está un peldañito por encima en cuanto a calidad y tecnología, su chasis es mejor y es más emocionante al volante.

En cuanto a Volvo, quizá en los últimos tiempos han tenido que luchar contra una mayor depreciación en las tablas oficiales que Hacienda publica en el BOE o incluso de Ganvam con valores negativos de cuatro cifras, pero lo cierto es que quizá en un futuro próximo eso se pueda llegar a invertir. Lo cual sería justo...