Volvo se vio atrapado en una especie de rutina a fines de la década de 1970: estaba en plena transición de sus modelos clave de la década de 1960 y principios de 1970 y, a la vez, estaba luchando al igual que toda la industria por salir de la crisis mundial del petróleo. Eran otros tiempos, unos en los que se hacían cosas locas de verdad. No: limitar la velocidad de los Volvo a 180 km/h no es una de ellas.

Pero en realidad, este concept del Volvo Tundra, a pesar del escudo que aparece en su peculiar calandra, nunca fue realmente un modelo salido de un frío lápiz sueco.  

En realidad fue un encargo a los italianos de Bertone para darle un poco de sex-appeal al más que curioso Volvo 343. Marcello Gandini fue el hombre al que se le adjudicó el trabajo. Sí, el mismo que dibujó los Lamborghini Miura y Countach, ¿qué podría salir mal?

Coches Volvo=Ladrillos angulosos

Los modelos de Gotemburgo se habían ganado a pulso una reputación de ser una especia de ladrillo por sus diseños angulosos (y también espaciosos) a fines de la década de 1970. Y eso que solo unos años antes, en 1973, Roger Moore conducía el precioso Volvo P1800ES en El Santo.

El caso es que se podría decir que a la gama de Volvo de 1979 le faltaba un poco de dinamismo. El catálogo estaba formado por el pequeño 66, el 343 y las berlinas y familiares 240/260. Así, el Tundra  contribuiría en gran medida a darle vidilla a la imagen de Volvo en todo el mundo.

¿Qué novedades tenía el concept de Bertone?

El interior de la Tundra presentaba el tipico panel de instrumentos digital que no podía faltar en ningún concept futurista de los años 70. Y es que se puede decir que estaba adelantado a su tiempo: el exterior tenía una parrilla desplazada a la derecha y faros escamoteables, mientras que el 'greenhouse' gozaba de un acristalamiento envolvente y un techo que parecía descansar en la amplia superficie acristalada.

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La respuesta de Bertone era un coche completo y listo para ser fabricado. Puede que no se le pueda considerar uno de los mejores diseños italianos, pero seguramente sorprendería a la multitud y demostraría que Volvo era una compañía que valía la pena mirar. Y encima era bastante sensato: el motor tenía un cuatro cilindros en línea de 1.4 litros que generaba 69 CV.

¿Crees que has visto el Tundra en otro lugar? Correcto

Los ángulos rectos y las líneas en cuña estaban al orden del día en la década de 1970, por lo que muchos conceptos de la época parecen tener el mismo aspecto, pero este de Volvo tiene un aire un poco familiar.

La razón es que, cuando Volvo decidió descartar el trabajo de Bertone, el carrocero italiano miró a su alrededor para encontrar una marca de automóviles lo suficientemente loca como para comprar el diseño. Y en 1979 no había fabricante de automóviles más loco que Citroën. Algunos ajustes después, el Tundra se convirtió en el superventas Citroen BX.

¿Por qué Volvo dijo 'nej' al concepto de Tundra?

Parece ser que Gandini se tomó muy al pie de la letra eso de hacer un Volvo sexy: este concetp era más violento de lo que los suecos creían que podían aguantar. La historia oficial de la compañía dice que Volvo "rechazó cortésmente" el diseño de Bertone, optando en cambio por mantener la gama 300 casi exactamente igual. Lo cual tampoco les fue mal con 1,1 millones de ventas entre 1976 y 1991. La cuestión es que los franceses disfrutaron del éxito con su BX: 2,4 millones vendidos entre 1982 y 1994. Ahora bien: ¿la gente se hubiera comprado este modelo si hubiera sido de Volvo?

¿Qué pasó después en Volvo en la década de 1980?

A pesar de dejar pasar la gloriosa oportunidad de tener un 340 tan afilado, los suecos renovaron lentamente su gama y poniendo el acento en la seguridad. Sin embargo, parece que en el país nórdico se quedaron un poco con mal sabor de boca y al final lanzaron el Volvo 480 en 1986. Asumió algunos de los aspectos más atractivos del Tundra como los faros emergentes y los fusionó con un diseño que rindió homenaje al clásico modelo P1800.

¿Bertone trabajó en algo más para Volvo?

Pero las dos compañías no acabaron mal. Antes de que algún personaje con más cara que otra cosa dijera eso de "es el mercado, amigo", la máxima ya tenía su aplicación. Años más tarde llegaría la colaboración más recordada entre Bertone y Volvo. En 1985, el Volvo 780 se convirtió en coupé y debutó en el salón del automóvil de Ginebra. Fue diseñado y construido por el propio Bertone, vendiendo más de 8.500 unidades en algo más de cinco años.

¿Y qué pasó con el Tundra?

El Tundra forma parte de la colección de Bertone en Italia. Nuccio Bertone comenzó a reunir ejemplos de su trabajo en 1970, construyendo una vasta colección personal de algunos de los autos icónicos del siglo XX.

Ante la quiebra de la empresa en 2014, algunos de sus mejores modelos fueron seleccionados para recaudar fondos. La colección restante, 76 coches, fue subastada en 2015 por 3,5 millones y ahora forma parte del museo Volandia en Milán. El Volvo Tundra es parte de esa colección y miles de visitantes pasan cada año para ver los ejemplos más emocionantes y de mejor aspecto del trabajo de Bertone...

Foto: Andrea Volpato