La F1 tendría que estar ya en Montmeló pero la crisis del coronavirus puso todo patas arriba y este año nada es como estaba planeado. El Gran Premio de España de F1 2020 estaba planeado para este fin de semana pero tuvo que ser pospuesto debido a la crisis sanitaria y, de momento, no sabemos si podrá celebrarse esta temporada.

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Aunque por suerte, podemos decir que este año sí que hemos visto a los coches de F1 2020 rodar por el trazado barcelonés, ya que es donde los equipos llevan a cabo la pretemporada y, por lo pelos, el pasado mes de febrero dio tiempo a que se celebrarán. Ya que no vamos a poder disfrutar de la carrera, al menos en la fecha programada, queremos quitarnos el mal sabor de boca recordando por qué Montmeló es tan especial para el Gran Circo.

Aquí tienes algunos secretos por los que esta pista se ha convertido en una de las más relevantes de todo el Mundial de F1... y una de las preferidas por todos los que forman parte de la Fórmula 1. 

Tres décadas de aventuras

El primer Gran Premio de Fórmula 1 en el Circuito de Barcelona tuvo lugar en el año 1991. Eso quiere decir que F1 y Montmeló han estado unidos casi 30 años... una gran relación que deja constancia de todas las virtudes con las que cuenta este trazado y del cariño, respeto y reconocimiento que le tienen quienes manejan el cotarro. 

Lo bueno conocido...

El Circuito de Barcelona o Montmeló es uno de los más conocidos por pilotos y equipos: es la pista de pruebas y antes de que comience la temporada de F1, allí es donde terminan de poner a punto a sus monoplazas. ¿Crees que esto les debería de dar alguna ventaja? No te confundas... Es un circuito con un diseño complicado, muy rápido y expuesto a vientos cruzados impredecibles que, a veces, les ponen muy difíciles las cosas a quienes van al volante. ¡Un buen medidor de talento, sin duda!

Una recta para dominarlos a todos

En Montmeló, los pilotos se enfrentan a la recta más larga de toda la temporada: ¡tiene ni más ni menos que 730 metros! Y aunque eso, a gran velocidad, puede que no te parezca mucho, les da un margen lo suficientemente grande para buscar rebufos, conseguir adelantamientos y por tanto, avanzar posiciones. 

Solo para los más rápidos

En los 4,655 km de longitud que tiene el circuito de Montmeló hay 16 curvas (siete a izquierdas y nueve a derechas). Son muchas, sí, pero... de todas ellas, solo tres se toman a una velocidad inferior a 100 km/h. Por tanto, la velocidad media de la carrera -en la que se recorren un total de 307,104 km- suele rondar los 200 km/h.