Si nos lees desde América, seguramente ya te habrás repuesto a que el nuevo Dodge Dart lleve el nombre de un modelo tan icónico. 

Bueno, también desde España, donde el Dodge Dart se hizo un hueco en el imaginario de nuestros abuelos y padres como el coche de la gente bien que todo el mundo querría tener.

Pero del modelo original solo queda el nombre: el nuevo Dodge Dart, que comparte plataforma con el Alfa Romeo Giulietta no ha dado demasiadas alegrías a sus propietarios. Por ejemplo, en 2015 fue el séptimo coche menos fiable según la organización de consumidores americana Consumer Reports. Parece que el motor 1.4T se llevaba mal con el caudalímetro, mientras que la caja de cambios funcionaba con brusquedad. En total, la organización dijo que estaba un 140% del promedio de fiabilidad.

Pero hubo un tiempo en que el Dart era un coche más que digno. En especial esta unidad que tienes en las fotos, un Swinger de 1970 con su techo de vinilo y un interior algo más vistoso.

El Dodge Dart apareció como modelo compacto. Ya sabes: con sus 4,9 metros de largo y 1,7 de ancho, era algo más pequeño de lo normal en su segmento. El Chevrolet Impala del mismo año era 60 centímetros más largo y jugaba en la misma liga.

Sí un coche que mide como el nuevo Audi Q8 era considerado compacto, probablemente te interesará saber acerca de los motores. En este caso había varias opciones, todas de seis y ocho cilindros. El más pequeño era un 2.8 de seis cilindros en línea y luego había variantes de 3,2 y 3,7 litros. Y los V8.

Los motores de ocho cilindros del Dodge Dart clásico empezaban en los 4,5 litros y subían hasta los 6.3…

En el interior, el Dodge Dart no es especialmente amplio, sobre todo detrás: cualquier ser vivo que mida más de metro y medio lo pasará mal sentado detrás. 

A ojos de hoy, el manejo de este modelo pasa a ser algo secundario… y menos mal, porque se podría resumir en una palabra: malo. Su relación con las curvas no acaba de ser fluida… por no decir abiertamente hostil. Si entras algo más rápido de lo normal, empiezas a notar un importante balanceo; a continuación los neumáticos chirrían como solo los coches de Policía de las películas saben hacer, para luego terminar con un sobreviraje complicado de gestionar teniendo en cuenta que la trasera se mueve unas 40 veces más rápido que la dirección…

Así que, en resumen, el Dodge Dart es un coche grandón, relativamente incómodo, que consume mucho y se conduce peor. Pero todos sabemos que quiere uno, ¿no? Normal…