Qué revisar si vas a comprar un coche de segunda mano

Qué revisar si vas a comprar un coche de segunda mano

Miguel Lorente

Los puntos clave

El mercado de ocasión ofrece alternativas a la compra de un vehículo nuevo. Conocer qué revisar si vas a comprar un coche de segunda mano te ayudará a elegir con mayor tranquilidad y a evitar posibles males mayores. 

Nosotros recogimos en una selección cuáles son los coches de segunda mano que no debes comprar. Busca información en internet, en foros especializados, donde conozcan bien de lo que hablan.

Cuando ya sepas qué coche nuevo quieres, aunque sea de segunda mano, mi recomendación principal es acudir a un taller de confianza donde los profesionales lo revisen a fondo y así apoyar tu decisión en el juicio de los expertos, pero si esto no es posible, puedes echar mano de alguien de tu entorno que conozca la marca o modelo que te interesa o bien que tenga unas nociones básicas de funcionamiento y mantenimiento del coche.

Finalmente, siempre podrás recurrir a tus conocimientos e intuición apoyados en los puntos clave a la hora de saber qué revisar si vas a comprar un coche de segunda mano.

Qué revisar si vas a comprar un coche de segunda mano: exterior

A la hora de plantearse la compra de un coche de segunda mano, es obvio que el estado exterior del automóvil es el primer sesgo que podrías usar. Un vehículo con un estado lamentable podría indicar un abandono general del mismo y, por lo tanto, encontrarnos ante una caja de problemas con ruedas.

Si, por el contrario, luce cuidado, es de esperar que haya sido tan mimado por fuera como por dentro y no solo en cuanto al habitáculo, sino a su corazón y resto de sistemas de funcionamiento.

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De cara a qué revisar en un coche de segunda mano, date una vuelta alrededor del coche. Busca imperfecciones en la carrocería y en los paragolpes que pudieran suponer que haya sufrido un accidente. También si tiene roces o desperfectos y si pueden ayudar a buscar una rebaja en su compra o necesitarán de una visita al taller de chapa y pintura.

Agáchate y revisa los bajos en busca de golpes, rozaduras o corrosión.

Observa el estado de las ruedas, que los neumáticos estén en buenas condiciones y que las llantas no presentan irregularidades.

Revisa que las luna delantera y trasera no estén rotas o rajadas y que las gomas de su contorno sellan correctamente. Analiza si las puertas abren y cierran correctamente, si el capó y la puerta o el portón del maletero encajan a la perfección.

Qué revisar si vas a comprar un coche de segunda mano: interior

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Los elementos que revisar si vas a comprar un coche de segunda mano son aquellos que te transmiten la seguridad de que, al adquirir ese coche de segunda mano, estás haciendo lo correcto. 

Volviendo a las puertas, si puedes, entra y siéntante. Comprueba que, además de cerrar correctamente, no tienen holgura y que las juntas evitarán la entrada de agua o de aire.

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No pierdas ojo al estado del volante, del pomo del cambio (si tuviera) y de los mismos asientos, que muestren una relación lógica entre los años y los kilómetros con su estado. Revisa los plásticos y otros materiales del salpicadero o los paneles de las puertas en busca de deterioros como grietas. 

Utiliza las ventanillas, sube y bájalas. También que la calefacción y el aire acondicionado funcionan correctamente. Acciona el limpiaparabrisas. Tira de los cinturones de seguridad y abate los asientos, si lo fueran, como si fueras tú el inspector de la nueva ITV. Si tiene sistema multimedia o de navegación, pregunta si puedes activarlo y comprobar su funcionamiento.

Revisa el maletero, si lleva rueda de recambio o el kit antipinchazos. Echa un vistazo a las soldaduras de la carrocería en busca de posibles reparaciones.

Qué revisar si vas a comprar un coche de segunda mano: mecánica

Es evidente que un coche en buen estado general muestra un aspecto agradable pero ¿y si no es oro todo lo que reluce? Posiblemente sea casi más importante a la hora saber de qué revisar si vas a comprar un coche de segunda mano su mecánica y funcionamiento que el aspecto físico. 

Abre el capó, no hace falta que seas un experto para comprobar si tiene fugas o hay manguitos o cables en mal estado. Revisa que el motor tenga un buen aspecto y, también desconfía de un motor en el que se pudiera realizar una intervención quirúrjica...

Vuelve a agacharte y mira por abajo, que no haya aceite que rezume o suciedad adherida al cárter. Que la línea de escape no tenga poros, roturas o esté oxidada.

Y para saber cómo revisar un coche de segunda mano no hay nada más efectivo que arrancarlo y circular con él.

Primero, ponlo en marcha, que arranque sin problemas y comprueba que hace un sonido equilibrado. Mueve la dirección y acciona los pedales, intermintes, claxon... Revisa el cambio, que el embrague no tenga un tacto esponjoso ni tampoco que patine. Las marchas deben entrar sin complicaciones. 

Apóyate en la carrocería, a la altura de las ruedas, haz fuerza hacia el suelo y suelta el coche para comprobar que el amortiguador actúa de forma ideal.

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Echa un vistazo al color del humo que sale por el tubo de escape, siempre y cuando no sea un coche eléctrico, el gas no debe ser ni muy blanco ni muy negro pero tampoco azul. No podrás hacerle un examen como el del protocolo WLTP pero, al menos, descartarás un coche en mal estado.

Si puedes, circula con él. Que las sensaciones sean coherentes, sin sobresaltos ni sorpresas. Busca ruidos tanto internos como externos o comportamientos sospechosos. Intenta utilizarlo con la normalidad que lo harías si fuera tuyo y comprueba que acelera y frena correctamente, que no se desvía ni cabecea.

Además de todo esto, si el coche es relativamente reciente, puedes pedir el libro de mantenimiento u otros documentos que te ayunden a comprobar la correlación entre las fechas y kilometraje en los que se han llevado a cabo concuerdan con los años y kilómetros que dice tener el coche.