Alemania bloquea la decisión de la UE de prohibir los coches de combustión en 2035

Unión Europea

El voto negativo de Alemania se ha sumado al de Italia, Hungría y Polonia. Por tanto, la prohibición de motores de combustión a partir de 2035 queda en el aire

El camino de rosas que parecía tener la prohibición de la venta de coches de combustión interna a partir de 2035 se ha truncado gracias a Alemania, Italia, Hungría y Polonia. La sesión de la Unión Europea en la que se iban a aprobar estos planes ha tenido sorpresa.

Ya era conocida la posición de Alemania al respecto, que no ve con buenos ojos una medida que afectará a la industria y que da la sensación a la mayor parte de la población de que no se ha estudiado en profundidad y con todas sus consecuencias. Una alfombra roja al coche eléctrico que no acaba de convencer.

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Algo que Italia, otra de las grandes potencias en industria de automoción del mundo, también apoya. "No lo considero razonable, lo considero profundamente dañino para nuestro sistema de producción", aseguró la presidenta de Italia, Giorgia Meloni.

La posición de Alemania se ha revelado y parece haber una petición inquebrantable: abrir la puerta a los combustibles sintéticos o e-Fuels en el futuro. Por tanto, la presidencia sueca de la Unión Europea ha retirado la medida del orden del día y habrá nuevas negociaciones al respecto.

De hecho, Ursula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea intervendrá este fin de semana en busca de una posible salida a este inesperado bloqueo de un plan clave para el futuro de "cero emisiones" del continente europeo en 2050.

Aunque parece que todas las marcas se resignan a la fabricación de coches eléctricos, está claro que compañías como Porsche, BMW, Honda o Toyota apuestan por otras alternativas como el combustible sintético y los coches de hidrógeno, que están recibiendo poco apoyo de las autoridades gubernamentales.

Aunque desde la comisión se rumorea que hay optimismo para encontrar una solución, según informa La Vanguardia, es evidente que Alemania e Italia no van a ceder fácilmente el destino de su industria a unos planes que no ven del todo coherentes.