California pretende ayudar a transformar un coche térmico en eléctrico con una ayuda de 2.000 dólares

Chevrolet Corvette Stingray C2

Gustavo López Sirvent

Cuenta con el respaldo de SEMA, la compañía que organiza la feria de Las Vegas

Buscar soluciones a los problemas en vez de generarlos. Eso han debido pensar en California para que los automóviles de combustión interna que tanto contaminan puedan revertir la situación y convertirse el coches eléctricos a través de una subvención federal.

La propuesta ha llegado a través del senador por California Anthony Portantino, quien ha presentado un proyecto de ley que podría otorgar hasta 2.000 dólares (1.870 euros al cambio) a todos aquellos californianos que deseen sustituir los motores de combustión de sus vehículos (tanto diésel como gasolina) por eléctricos.

Detrás de esta proposición hay un fuerte respaldo del SEMA (Specialty Equipment Market Association), compañía organizadora de la feria con el mismo nombre que se celebra en Las Vegas. El objetivo de la propuesta de ley número 301 no es otro que la contribución a que se incrementen los vehículos eléctricos y se dé pie a una mayor sostenibilidad.

Los coches eléctricos están teniendo una buena aceptación en el mercado estadounidense, pero los automóviles térmicos todavía son mayoría y, además, con grandes motores en muchos casos, con lo que esta ayuda puede ser importante para la citada conversión, ya que los eléctricos nuevos todavía están muy lejos de ser económicamente accesibles para todo el mundo.

El representante del estado californiano y la compañía SEMA ya han manifestado su intención de invertir dos millones de dólares anuales en estas subvenciones a la conversión de automóviles y camiones de combustión, con el deseo de que sus ciudadanos tengan la opción de ayudar al planeta en el objetivo de las cero emisiones.

Problemas de costes y autonomías

 Hay dos problemas con los que se pueden encontrar los californianos a la hora de transformar su coche de gasolina o diésel en uno con motor eléctrico. El primero de ellos es su elevado coste, que en el país de las barras y estrellas puede estar cerca del precio de un coche de segunda mano.

El segundo escollo que no puede pasar desapercibido es que esta propuesta del senador Portantino establece que el vehículo transformado deberá ofrecer una autonomía mínima de 100 millas (161 km) para optar al descuento. Este hecho puede restringir qué baterías pueden utilizarse, bien sean nuevas o rescatadas de otros eléctricos de segunda mano.

Hay que tener en cuenta que esta propuesta de ley viene dada, en parte, porque el estado de California ya ha manifestado su interés de prohibir la comercialización de vehículos de combustión interna en 2035, como también sucederá en la Unión Europea.