Hispano-Suiza Carmen Boulogne: 1.114 CV eléctricos y mucha fibra de carbono

Hispano-Suiza Carmen Boulogne
Un Hispano-Suiza más exclusivo y más radical.

La fórmula es casi tan vieja como los orígenes de la marca, allá por 1904: más potencia, menos peso, mejor dinamismo. El Hispano-Suiza Carmen Boulogne es la nueva evolución del concepto presentado justo hace un año en el Salón de Ginebra, a nivel estético apenas cambia, pero ojo porque trae muchos detalles muy chulos: uno de los coches eléctricos más increíbles del planeta. ¡Y completamente Made in Spain!

El principal objetivo de Hispano-Suiza es mejorar allí donde hay margen de mejora. En este caso, el peso, la potencia, pero sobretodo la cuestión estética. Es allí donde el margen de mejora se incrementa notablemente y este Hispano-Suiza Carmen Boulogne logra un importante salto hacia adelante respecto al modelo presentado en 2019.

Con carrocería de fibra de carbono

Sin duda, es el elemento más llamativo del Carmen Boulogne, una carrocería completamente terminada en fibra de carbono sin pintar y de un nivel de calidad artesana absolutamente espectacular. Es digno de admirar de cerca y apreciar todos sus detalles. Un trenzado digno de cualquiera de sus rivales, incluso de auténticos especialistas a la hora de tratar este noble material, como por ejemplo Pagani o Koenigsegg.

Los detalles dorados ponen el toque de color ante tanto negro, algo que irremediablemente nos recuerda a los últimos Cupra. Las llantas tienen mucha personalidad y destacan por un aspecto muy clásico, igual que las que luce en Hispano-Suiza Carmen 'normal'. Está claro que la estética vintage se quiere mantener a todos los niveles.

Un interior de artesanía pura

Este es un coche con mucha personalidad y con cuatro toques de diseño, el interior del Hispano-Suiza Carmen mejora. En la versión Boulogne, se ha recolocado la pantalla central para situarse en una posición mucho más correcta. El aspecto mezcla lujo, deportividad y tecnología.

Destaca el espectacular cuadro de mandos digital, que se muestra sobre un fino cristal. También la pantalla central de grandes dimensiones y detalles muy modernos como las puertas de apertura eléctrica. Todo ello contrasta con un lujo muy clásico, con materiales nobles mires donde mires.

Hispano-Suiza Carmen Boulogne

La deportividad también tiene su parte de protagonismo, especialmente en los asientos deportivos tipo Bucket y en las inserciones de Alcántara, con las costuras a rombos. El conjunto convence y resulta muy atractivo. Los buckets son cómodos y la postura al volante es muy buena, con buena visibilidad para tratarse de un hiperdeportivo.

Más potencia, menos peso

El Hispano-Suiza Carmen Boulogne es un coche eléctrico con dos motores con refrigeración líquida situados en cada una de las ruedas traseras. En conjunto, generan 820 kW de potencia, 1.114 CV, y 1.600 Nm de par, lo que permite a este bólido libre de emisiones acelerar de cero a cien en menos de 2,6 segundos y alcanzar los 290 km/h de velocidad máxima.

Gracias al uso masivo de fibra de carbono, incluyendo el chasis monocasco y toda la carrocería, se consigue rebajar el peso en un total de 60 kg, lo que deja el peso final sobre la báscula en unos impresionantes 1.630 kilos: por ejemplo, el chasis monocasco apenas pesa 195 kilos y exhibe una excepcional rigidez torsional de 50.000 Nm/deg.

Hispano-Suiza Carmen Boulogne

Teniendo en cuenta que cuenta con una enorme y pesada batería con 80 kWh de capacidad, es todo un logro conseguir un peso tan ajustado. Además, gracias a un sistema de carga rápida, es capaz de cargar las baterías del 30 al 80 por ciento en apenas 30 minutos.

Más caro y exclusivo

El Hispano-Suiza Carmen no llegará a su primer cliente hasta el año 2022, por lo que esta versión Boulogne es de esperar que todavía tarde un poco más. Hablamos de un coche súper exclusivo, del que solo se van a fabricar 5 ejemplares a razón de 1,65 millones de euros antes de impuestos. 

Teniendo en cuenta el precio de algunos de sus competidores y la cantidad de tecnología y de materiales sofisticados utilizados en su construcción es un precio más que razonable. La cuestión es que la marca todavía debe consolidarse con un producto que, para empezar, entre por los ojos. Y ya sabemos que para gustos, colores. ¡Les deseamos mucha suerte!