Así es Lucid Motors: los coches eléctricos que son la pesadilla de Tesla

Lucid Air

Una de las nuevas empresas de coches eléctricos más brillantes de Estados Unidos, que está quemando dinero como el Joker de Christopher Nolan para el desarrollo de sus vehículos. ¿Cómo es realmente el fabricante Lucid Motors?

Imagina lo que supone crear una marca de coches desde cero. Tesla lo hizo, aunque en una época en la que partía con cierta ventaja táctica por la novedad que suponían los coches eléctricos. Hacerlo ahora es una aventura solo para valientes. Y ahí es donde entra Lucid Motors, un fabricante californiano que está apostando fuerte por esta nueva forma de movilidad.

En 2023, la marca tenía como objetivo fabricar 14.000 berlinas. Su modelo llamado Lucid Air, sin embargo, solo pudo con 8.428 unidades. Y en los primeros nueve meses del año registró pérdidas de 2.170 millones de dólares. Números que se sitúan como un buen golpe de realidad, pero adentrémonos en lo que hay más allá.

Detrás de los bastidores de Lucid Motor

En diciembre del año pasado, el director financiero de Lucid dimitió y la demanda de coches eléctricos en Estados Unidos se desinfló. Los pronósticos generales eran demasiado optimistas y no solo afectó al nuevo fabricante. Ford canceló la producción masiva de las F-150 Lightning y Tesla recortó precios iniciando una guerra que se extendió al resto del mundo.

Sin embargo, la start-up sigue su camino. Ahora prueban su primer SUV, el Lucid Gravity. Y su fábrica de Arizona está en la primera fase (quieren alcanzar un volumen de producción de hasta 400.000 coches al año), con otra en Arabia Saudí en camino, que quiere producir otros 155.000 vehículos.

Un emplazamiento extraño, ¿no? El caso es que los árabes han reservado 100.000 Lucid para la próxima década con el objetivo de electrificar el país. Y el precio de tal operación son 1.000 millones de dólares de financiación que han dado vida a la marca pese a las dificultades.

Aún no se pueden comprar en Europa, pero ya han firmado una aventura con Aston Martin para suministrar su tecnología al fabricante británico de cara a futuros modelos. Es decir, que en Lucid saben moverse. Y no deberíamos tener demasiado en cuenta sus pérdidas.

"¿Cómo puedes decir eso?". Bueno, pues porque Tesla recibió un rescate gubernamental en 2009 y no generó beneficios por primera vez hasta el año 2020. Y su CEO y fundador no es un don nadie. Peter Rawlinson es ingeniero mecánico y fue director de estructuras de carrocería en Jaguar y más tarde, ingeniero jefe de Lotus. De hecho, él fue el que creó el prototipo de lo que luego fue el Lotus Elise.

Su mentalidad es curiosa y se resume en "cada milímetro cuenta". Llegó a estar en la órbita de Tesla para el desarrollo del Model S. Admira en cierto modo a mentes como la de Gordon Murray y busca desarrollos propios, como sucede en Koenigsegg.

Nos llevaron a una sala con motores, diferenciales, suspensiones... Y al lado, los de sus rivales. De Tesla, Rimac, Mercedes... Parecían ferretería básica al lado de los sistemas de Lucid. Pero la gente no ha comprado un solo coche inteligente de verdad desde el Citroën DS Tiburón.

"Vendimos 6.000 coches en 2022, lo cual no es suficiente", admitió Rawlinson. "Somos algo completamente nuevo. La gente ni siquiera ha oído hablar de Lucid. Nos hemos enfrentado a desafíos increíbles y al impacto de la macroeconomía", continuó.

"Cuando hablo de un millón de automóviles al año [el objetivo con el que estaría completamente satisfecho], lo digo muy en serio. Pero no al precio en el que nos encontramos ahora mismo. Actualmente competimos con Porsche y Mercedes", sentenció.

La estrategia parece simple: ganar dinero vendiendo coches de lujo de 1.000 CV a la gente que quiera apostar por la exclusividad e invertir eso en un coche asequible, como se hizo con el Tesla Model 3. Pero nosotros dudamos al ver que el buque insignia del fabricante cuesta casi 200.000 euros. ¿Cómo es posible que quieran democratizar la movilidad así?

"La marca de coches tradicional más rentable es Porsche, y suelen operar con precios de entre 50.000 y 250.000 dólares. Creo que ese nicho es un buen lugar. Lo que busco es crear un efecto multiplicador, poniendo tecnología de propulsión nuestra al servicio de otras marcas. Como es el caso de la mecánica del Lucid Air Sapphire adaptada a Aston Martin", contestó rápidamente.

Resumiendo, la marca no quiere ir a por segmentos bajos, donde los márgenes son escasos. "En esos casos, podríamos dar licencias [de uso de desarrollos]. Nuestra tecnología de transmisión también se adaptaría a una pila de combustible de hidrógeno o a un híbrido de gasolina". Una buena forma de ahorrarle problemas a muchos fabricantes.

En la compañía, todos son personas curiosas. Están desarrollando el nuevo SUV eléctrico, pero no dejan de lado las berlinas y el diseño de interiores. Toman ideas de Saab para la estética de los cuadros de instrumentos, como aquel Night Panel que da solo importancia al velocímetro.

O incluso admiran a vehículos como el BMW M5. "El equipo de [desarrollo] de chasis alquiló uno, y les gustó tanto que se lo compraron". Eso denota algo especial: la gente que está detrás de Lucid, aman el mundo del motor. Ven lo bueno de todas las marcas y países. "Los chinos son espantosamente buenos [haciendo vehículos EV], algo que no habría dicho si me preguntan hace tres años".

La marca es una campeona mundial. Al menos, de forma potencial. Y sería desolador que estuvieras a cargo de una empresa capaz de construir un automóvil (el primero) tan bien rematado en todos los aspectos y el mundo no se diera cuenta. O al menos, antes de que sea demasiado tarde.

Lucid

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