De un restaurante de noodles a fabricar coches: la historia de VinFast

Gama Vinfast

La empresa empezó como restaurante de noodles y dio el salto al vender una líea de negocio a Nestlé por 150 millones

Los noodles no suelen ser el inicio más obvio para un fabricante de coches. Y sin embargo, en el caso de la marca vietnamita VinFast fue así: esta es su historia.

A principios de la década de 1990, un brillante matemático vietnamita, Phạm Nhật Vượng, llegó a Ucrania. Sus padres no eran precisamente ricos y él tampoco. Acababa de graduarse en una universidad rusa y abrió un pequeño local de noodles.

Sus comidas baratas se hicieron un hueco entre los estudiantes locales. Rápidamente construyó  un gran negocio de alimentos deshidratados que finalmente vendió a Nestlé por 150 millones de dólares. La mayoría de nosotros nos habríamos detenido allí, ricos más allá de nuestras fantasías. No así Vượng.

A principios de la primera década del año 2000, había iniciado negocios inmobiliarios y turísticos en Vietnam y en 2015 se convirtió en el primer multimillonario en dólares del país.

Su imperio se llama VinGroup. En 2016 se extendió a viviendas, centros comerciales, resorts, parques temáticos, escuelas, universidades, hospitales sin fines de lucro, farmacéuticas, inteligencia artificial y big data. La cosa es que Vượng vio un techo para todo esto. La mayor parte tenía poco margen para el crecimiento internacional.

VinFast inicia el negocio automotriz

Pero los coches... oh, sí. Se ve que pensó: "Si pudiera entrar en la fabricación de coches, podría llegar a todo el mundo y traer dinero a casa". Y así fundó la compañía de automóviles VinFast. No tenía personal, ni experiencia, ni fábrica, ni centro de desarrollo.

En dos años, VinFast llegó al Salón del Automóvil de París de 2018 con sus dos primeros modelos. Por un lado el Lux SA, un BMW X5 bien modificado y diferenciado, y el Lux A2 0, un Serie 5 que seguía la misma línea. 

En ambos casos conseguían una imagen propia y bien diferenciada gracias aportes de ItalDesign en el diseño y Magna Steyr (fabricante del Toyota Supra y Jaguar I-Pace) para la ingeniería de producción. 

En esa época la fábrica en Vietnam estaba casi lista y se permitieron incluso lanzar el VinFast President con un motor V8 6.2 bajo el capó. El plan era vender localmente primero. Era poco probable que las personas que fueron educadas y atendidas en las múltiples ramificaciones de VinGroup o que compran en sus tiendas fueran contrarias a la marca. Los pedidos llegaron a raudales.

Solo coches eléctricos que llegan ya a Europa

Ahora, tres años después de lanzar al mercado estos coches de gasolina, VinFast ha terminado con ellos para centrarse únicamente en coche eléctricos.

Hay cinco modelos, cuatro de ellos SUV. Los nuevos VF6 y VF7 se presentaron en el Salón de París de 2022. Se ubican por debajo del VF8 y el VF9, ambos diseñados por Pininfarina y relativamente asentados ya. Otro, el pequeño VF5 (tamaño parecido al Dacia Spring), no se queda atrás.

Aún no los hemos conducido, pero no tienen buena pinta. Las ventas en Francia, Alemania y Holanda comenzarán a principios del próximo año y llegan con argumentos que demuestran seguridad en su producto, como por ejemplo ofrecer 10 años de garantía.

Ahora, apenas cinco años después de su fundación, la marca está construyendo una fábrica en Estados Unidos y buscando un sitio para una en Europa. Incluso si logra solo un poco de lo que planea, el progreso será asombroso.

Crear una marca de coches es en líneas generales una especie de masacre donde se queman millones sin un éxito claro: que se lo digan a Apple o a Dyson, por ejemplo. Es enormemente competitivo, requiere mucho capital, está muy regulado y ni siquiera es tan rentable. 

Por eso, tienes que tener una muy buena razón para hacerlo. Por volver al ejemplo de antes: ¿por qué Apple, que fabrica un dispositivo con un margen de ganacias de varios cientos por ciento, fabricaría un automóvil que es probable que devuelva un margen del 10% en el mejor de los casos?

Para cuando se construya la fábrica, Vượng habrá invertido unos 10.000 millones de euros en su aventura automovilística. Dada la velocidad de la historia de VinFast hasta ahora, probablemente no pase mucho tiempo hasta que sepamos cómo de buena es esta apuesta...