¿Creías que el E92 fue el primer BMW M3 con un V8? Mira el M3 GTR E46

Javier López

Un BMW M3 muy especial.

BMW, una marca que siempre se ha caracterizado por ofrecer una estirpe de deportivos puros y duros de la mano del BMW M3. Con el paso de los años, hemos sido testigos de importantes evoluciones en esta saga, las cuales implican cambios estéticos, prestacionales y mecánicos.

Prueba retro: BMW M3 E92. El último con V8

Primero fue el BMW M3 E30 con su cuatro cilindros y después llegó el E36 estipulando una tradición, la del seis cilindros en línea, aunque no se cumplió a rajatabla. Y es que seguramente muchos pensáis que quien se saltó las normas fue el BMW M3 E92 con su V8 atmosférico, pero lo cierto es que fue el BMW M3 GTR E46, una edición muy exclusiva y especial.

BMW M3 GTR E46: así fue el primer M3 con un V8 de la historia

Debemos remontarnos al año 2001, momento en el que la firma bávara presentó al mundo el exclusivo y radical BMW M3 GTR. Por aquel entonces, BMW estaba intentando aumentar su presencia en el mundo de las competiciones, y las American Le Mans Series parecían el lugar idóneo para hacerlo.

BMW M3 GTR E46

Sin embargo, el campeonato tenía unas normas muy claras: era necesario construir al menos 10 unidades de calle del coche de competición y venderlo en dos continentes diferentes. Con esta premisa sobre la mesa, BMW concibió  el incombustible BMW M3 GTR, del cual tan solo existen 10 unidades en el mundo.

Este compartía base con el BMW M3 E46 convencional, aunque su puesta a punto corrió por cuenta de BMW Motorsport junto a los coches de competición. Presentaba una mayor rigidez torsional que el modelo de serie, nuevos brazos de suspensión, un kit estético con defensas, taloneras y pasos de ruedas más marcados y un sinfín de elementos que lo convertían en un coche de carreras con matrícula.

BMW M3 GTR E46

Pero el punto álgido del GTR lo encontramos en su apartado mecánico, donde residía un V8 de 4.0 litros atmosférico que, en las versiones de calle, desarrollaba 350 CV de potencia, cifra que se gestionaba por medio de una caja manual de seis relaciones. Lo curioso es que este motor era 12 kilos más ligero que el seis cilindros en línea.

Todas y cada una de las 10 unidades terminaron en garajes privados después de afrontar un desembolso de 250.000 euros.

Coches deportivos

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