El BMW M2 Lightweight Performance CSR: ¿el M más salvaje de la historia?

Es una obra del preparador alemán Lightweight Performance. ¡Bru-tal!

¿Es este el mejor BMW M de todos los tiempos? Esta pregunta así, de primeras, puede parecer demasiado ‘heavy’, pero probablemente, al terminar de leer el articulo del BMW M2 Lightweight Performance CSR no te parezca tan extraña. ¿Por qué digo esto? Pues porque parece que este BMW M2 tiene todo lo que queremos en un BMW M: potencia, imagen, peso y diversión, mucha diversión. Eso sí, siempre y cuando no desboques a la bestia y termines en lo más alto de un pino.

Y es que esta bestia es particularmente especial. Para empezar, su estética: parece sacado del DTM, con un enorme alerón y esos pasos de rueda ensanchados del BMW M2. Sin duda, la estética es racing y no pasa desapercibida, con unas enormes llantas de aleación de 20 pulgadas terminadas en color rojo brillante. Pero créeme cuando te digo que la estética no lo es todo, ni mucho menos. ¡Aquí lo bueno se esconde en el interior!

Su principal rival: BMW M2 Hamann

El motor N55 del BMW M2 debería ser más que suficiente para cualquier mortal, pero este preparador tiene las miras mucho más altas. Por ello, la primera decisión de Lightweight Performance a la hora de modificar el poderoso y divertido M2 fue cambiarle el motor, sí, cómo lo oyes: el escogido fue el BMW S55 de seis cilindros y tres litros que monta el BMW M3 y el M4: con 431 CV, parece que debería ser suficiente, per qué va: tras numerosas modificaciones, como la presión del turbo, la admisión, el sistema de escape libre o el sistema de inyección de agua del BMW M4 GTS, la potencia se ha enviado a la estratosfera: 610 CV y 767 Nm de par. ¡Qué barbaridad!

Toda esa potencia se envía a las ruedas traseras mediante una transmisión automática de doble embrague: a nosotros nos parece más romántica la caja manual, aunque con semejante poderío bajo el pedal derecho, menor que nuestras dos manos no se despeguen a la alcántara del volante deportivo. Y es que amigos, si el potencial mecánico es brutal, el aspecto exterior es espectacular, el interior no se queda atrás: ¡menudo aspecto racing! Los baquets de fibra de carbono, los mismos que montaba el Porsche Carrera GT hace unos años, se muestran en perfecta armonía con la jaula de seguridad y los arneses de cuatro puntos. 

La fibra de carbono recubre numerosos elementos del interior, como las puertas, el techo u otros elementos del exterior como el alerón o los frenos carbono-cerámicos. El objetivo es someter al BMW M2 Lightweight Performance CSR a una dieta de adelgazamiento: el resultado es espectacular, con una rebaja de 195 kg, fijando una marca final de 1.570 kg, unos 50 kg más ligero que un Porsche 718 Cayman S.

Vale, es cierto que las fotos no sobran, pero te recomiendo encarecidamente que eches un vistazo a la galería y pierdas unos pocos kilos de babas admirando una de las preparaciones más radicales y fascinantes que hemos visto en los últimos tiempos. Si el BMW M2 ya es un misil con ruedas, no me quiero imaginar lo que debe ser esto. Más ligero, más potente, más espectacular tanto dentro como fuera: ahora qué, ¿es uno de los mejores BMW M de la historia sí o no?