Hablar de la marca Porsche es hacerlo del 911, de una historia repleta de modelos míticos como el 959, GT1 y demás aparatos de esos que quitan el sueño. Y eso por no hablar de sus éxitos en competición con los 956, 917, 959 en el Dakar...
Pero lo cierto es que, con la llegada del Macan o el nuevo 718 Spyder, los bloques de cuatro cilindros se han asentado otra vez en los Porsche.
Un momento: ¿otra vez? Claro, no hay que olvidar que el primer modelo propiamente Porsche salió en 1948 de Gmund (aún no se habían afincado definitivamente en Stuttgart) y montaba un cuatro cilindros de Volkswagen Escarabajo ligeramente potenciado.