El hecho de que el Renault Mégane R.S. Trophy-R se haya proclamado el coche de tracción delantera más rápido de Nürburgring nos hace plantearnos seriamente una pregunta. ¿Es el mejor compacto deportivo del momento? Está claro que Renault se ha esforzado mucho en construir un Mégane radical que vuelva a ser una referencia, como ya hicieron sus antecesores. Pero no es menos cierto que, a pesar de la época ecofriendly en la que vivimos, las opciones en el segmento son muy numerosas.

¿Ser rápido es una garantía?

El mundo de los compactos deportivos o hot-hatches es una de las categorías más disputadas de todas, aun siendo coches que no se venden en masa. Por eso hace falta tener un producto realmente bueno para dar un golpe sobre la mesa. Por poner un ejemplo, el Hyundai i30 N ha sido de los últimos en llegar. Y las críticas no han podido ser mejores: han conseguido hacer un coche que emociona y con el que te diviertes al volante; capaz de plantar cara a cualquiera.

La cuestión es que ser simplemente un coche rápido no es suficiente. No obstante, el Seat León Cupra es uno de los compactos deportivos más vendidos y populares, y su gran baza es la de que puede ir muy deprisa sin hacer sudar a su conductor. Pero, ¿no es eso lo bonito? Pelearte con tu coche en cada curva y salir de cada una de ellas tan orgulloso como si hubieras ganado una batalla.

El Ford Focus R.S. que hay hasta ahora es más entretenido, sobre todo por el modo drift que te permite derrapar en casi todas las situaciones. El Mercedes-AMG A45 de 381 CV también impone bastante, si bien es cierto que su precio se va de madre en comparación con casi todos los demás. Y uno que también es un cochazo, aun con una tarifa bastante elevada, es el BMW M140i. Su motor de seis cilindros en línea es glorioso. Pero claro, es trasera, y eso a la hora de divertirse… es una ventaja muy grande con respecto a los demás.

¿Es suficiente el motor del Renault Mégane R.S. Trophy-R?

A priori, 300 CV podrían parecer pocos. Sin ir más lejos, el nuevo Clase A de AMG (el de pata negra, no el A35), se irá más allá de los 400 CV. Una cifra a la que también llega, por cierto, el Audi RS 3. Pero la potencia es solo un aderezo a la hora de hacer un coche radical y divertido. Y Renault siempre ha sabido hacer vehículos de este tipo, sin necesidad de ser los más potentes. Quién no recuerda las versiones más míticas y deportivas del Clio y el Mégane. Por eso, a la pregunta de si el Renault Mégane R.S. Trophy-R puede ser el mejor compacto deportivo, la respuesta es que sí. Ahora le toca convencernos.