El nuevo Renault Mégane R.S. Trophy R ha conseguido imponerse como el coche más rápido en el mítico Circuito de Nürburgring. Como bien sabrás, el trazado alemán es exigente como pocos y se utiliza como piedra de toque para demostrar las capacidades de los coches deportivos más potentes. Aunque no deje de ser un hot-hatch, esta versión del Renault Mégane R.S. (prueba) no deja de ser un modelo capaz de discutir la supremacía de muchos vehículos aparentemente superiores en prestaciones. Y es que Renault ha sabido exprimir bien todo el jugo que hay en el nuevo Mégane.

Renault Mégane R.S. Trophy R: debut en Mónaco

El Renault Mégane R.S. Trophy R está preparado para ser desvelado este mismo fin de semana en el Gran Premio de Mónaco. No lo hará solo, ya que estará junto a los pilotos Daniel Ricciardo y Niko Hülkenberg. Sus ventas comenzarán a finales de este mismo año y todavía no se sabe ni el precio ni cuántas unidades se pondrán a la venta. Pero la marca francesa ya ha dicho que solo habrá unos pocos cientos, así que uno de sus mayores atractivos será su exclusividad.

Un tiempazo en el Ring

Pero vamos al meollo de la cuestión. El Renault Mégane R.S. Trophy R ha sido capaz de completar los aproximadamente 20,6 km del circuito alemán en un tiempo de 7 minutos y 40 segundos. ¡Qué demonios tiempo... tiempazo! Con ello se ha proclamado el coche de tracción delantera más rápido en Nürburgring. Conviene recordar que el anterior récord estaba en posesión del Honda Civic Type R, que tardó casi cuatro segundos más. Y que todo un BMW M3 CS es solo 2 segundos más veloz.

El motor que este compacto tan sugerente lleva debajo del capó es el mismo que el del Mégane R.S. 'del pueblo'. Un bloque turbo alimentado de gasolina de 1.8 litros que entrega 300 CV de potencia y 400 Nm de par motor máximo. Pero es que esto, querido lector, no va de potencia. Ya lo dijo el bueno de Colin Chapman. ¡El peso es la clave! En la báscula, el Trophy-R es 130 kg más liviano que el R.S. estándar, una burrada.

Además, la aerodinámica está más cuidada y cuenta con elementos exclusivos, como unos amortiguadores Öhlins, unos baquets Sabelt, unos frenos Brembo, unos neumáticos Bridgestone o una línea de escape Akrapovic. Ya está, es el compacto deportivo perfecto... o eso parece, ¿no?