4 coches clásicos que no te recomendamos comprar

4 coches clásicos que no te recomendamos comprar

Asegúrate de que no tienen estos fallos

La compra de un coche clásico responde únicamente a una necesidad emocional o sentimental. A veces, la finalidad es disfrutar de una conducción pura, sin filtros, alejada de las ayudas electrónicas que aglutinan los vehículos modernos. Otras, en cambio, se buscar rellenar un hueco de la memoria, ya sea conduciendo el coche de tu juventud, por ejemplo, o aquel coche con el que siempre jugabas de pequeño. 

Sin embargo, hay que tener cuidado cuando se busca un coche clásico. Hay algunos extremadamente fiables que, incluso hoy, circulan perfectamente. Pero hay otros que conviene prestar atención. A continuación, te vamos a decir cuatro coches clásicos que no te recomendamos comprar. Aunque la decisión final siempre estará en tus manos.

Trabant 

El icónico Trabant, que motorizó la República Democrática Alemana
El icónico Trabant, que motorizó la República Democrática Alemana

Trabant

El Trabant fue un utilitario de los años cincuenta que se mantuvo en producción hasta la caída del muro, famoso por ser el coche de la Alemania del Este y porque estaba construido con una especie de plástico sintético, compuesto de fibra de algodón y resina, llamado Duroplast. El motivo de utilizar un material como este no era otro que la escasez de acero en el Este de Alemania, tras la Segunda Guerra Mundial. 

El aislamiento con Occidente impedía la llegada de acero al país y la Unión Soviética tampoco disponía de él. El poco acero que pudieron comprar para elaborar algunas piezas del chasis, llegaba de diferentes países, de manera legal o ilegal. El Duroplast era muy resistente a la humedad y a las bajas temperaturas propias de esa zona de Europa, pero, desde luego, no es lo más seguro. A esto hay que añadir que no era un vehículo especialmente cómodo de conducir. Era un coche muy ruidoso y el cambio era difícil de utilizar, con una palanca tipo grifo, que hacía que el motor se viniera abajo muchas veces. 

Alpine A110

4 coches clásicos que no te recomendamos comprar

Estamos de acuerdo en que el Alpine A110 es uno de los deportivos que han marcado la historia del automovilismo, un coche que se pegaba como ninguno al asfalto y era una delicia ver cómo la zaga derrapaba en la salida de las curvas. Míticas son también sus participaciones en el campeonato de rallys. Pero hay dos motivos por los que no te recomendamos comprar este coche clásico: el primero, es que fue un coche concebido para competir, solo para eso. Nada de viajar o circular por la ciudad. Eso lo convierte en un coche muy incómodo, con una posición de conducción de carreras y un habitáculo muy pequeño

La segunda razón es que había que estar atento a la correcta refrigeración de la mecánica, porque, de lo contario, los sobrecalentamientos eran habituales. Y, además, al tener el motor y la tracción atrás, se iba fácilmente de culo y requería atención. 

Citroën SM

4 coches clásicos que no te recomendamos comprar

Uno de los deportivos de tipo GT más exclusivos que se hayan fabricado es el Citroën SM, un coche que tuvo, entre otros, Johan Cruyff. Este Gran turismo fue en su momento un verdadero portento tecnológico, un coche muy avanzado para la época, quizá demasiado y por eso terminó siendo un fracaso. El SM nació en 1970 fruto de la unión entre Citroën y Maserati un par de años antes. Pero tenía una mecánica tan compleja que se convirtió en una pesadilla tanto para sus propietarios como para muchos talleres. 

El motor era de origen Maserati, un V6 2.7 litros que entregaba 170 CV, que le permitía acelerar de 0 a 100 km/h en 8,5 segundos y alcanzar los 225 km/h, nada mal parala época. Estaba situado en posición central-delantera, con la caja de cambios colocada delante y tenía tracción delantera. Los problemas más frecuentes estaban relacionados con la electricidad, su variedad de mecanismos y su mecánica, averías que muy pocos sabían resolver. Otros de los fallos habituales eran las fugas de combustible de su sistema de inyección Bosch D-Jetronic que, incluso, provocó algún que otro incendio. Además, era un coche con un consumo muy elevado, en torno a 20 litros. El Citroën SM fue un prodigio de la técnica en su día, pero las averías, la crisis del petróleo de 1973 y el control de Peugeot, pusieron fin a un coche muy especial. 

Renault 5 GT Turbo (Fase 1)

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El Renault 5 Turbo de primera generación supuso un antes y un después en los vehículos deportivos de corte utilitario. En una época, además, en la que todo, absolutamente todo, era turbo. La segunda generación del Renault 5, en 1987, nos dejó el GT Turbo, un utilitario también muy deportivo, pero menos “nervioso” que el anterior. No obstante, el Renault 5 GT Turbo de la primera fase presentaba algunos problemas: una vez que el motor estaba caliente, si se apagaba y se volvía a encender, le costaba mucho. Esto ocurría porque el carburador estaba montado al lado del colector de escape, y eso hacía que el colector calentara la gasolina, una vez apagado el motor, se evaporase y se quedase metida en el colector. Al arrancar, el motor parecía que se ahogaba. 

Relacionado con esto, el motor tenía un ventilador a la altura de la rueda derecha, con un tubo que soplaba aire hacia el carburador para que la gasolina no se evaporase cuando se apagaba el motor y éste estaba demasiado caliente. Pero el motor que acciona el ventilador era susceptible de estropearse, incluso arder, y provocar una avería muy seria. Por otra parte, el intercooler original que montaba el Renault 5 GT Turbo era flojo y podía explotar. Si esto ocurría, el turbo deja de funcionar y se convierte en un motor atmosférico, perdiendo la potencia.

Etiquetas: coches clásicos