7 coches cuya existencia es una auténtica locura

¿Eres irreverente y te gusta lo raro? Si es así, cualquiera de estos siete coches podrían terminar en tu garaje.

Cuando hablamos de coches locos, nos referimos a vehículos que son auténticas locuras con ruedas. Coches que carecen de mucho sentido que nacieron de la mente de algún trastocado pero que por su rareza son objetos casi de colección. Hay de todo: desde coches de calle con alma de competición hasta configuraciones mecánicas que rozan la parodia. 

Abarth Biposto

Te interesa: Prueba del Abarth 124 Spider

En el número 2 de la revista Top Gear que ya puedes comprar en el kiosco puedes encontrar mi prueba del Abarth Biposto. Es un coche absolutamente loco, tanto por concepto como por detalles. Meter casi 200 CV en un Fiat 500 aligerado es ya suficiente locura, pero si a ello le sumamos elementos como la caja de cambios dog ring, las ventanillas de plástico, los baquets de carbono, la ausencia de radio o los arneses de cuatro punto, dejan clara su vocación de coche loco. Su explosivo comportamiento dinámico también te deja con cara de tonto.

Mercedes G500 4x4 al cuadrado

No hay nadie en el mundo que necesite este coche y su concepción es una auténtica locura, también la de su primo hermano de seis ruedas, el Mercedes G63 AMG 6x6. ¿Quién narices necesita coches que podrían pasar por encima del resto en un atasco? Ruedas gigantescas, un enorme motor V8, suspensiones para salvar lavadoras y un precio al alcance de muy pocos. Es un coche de imagen, una auténtica locura cuyo planteamiento está más enfocado para ver quién la tiene más grande que para ser efectivo dentro y fuera del asfalto. Un todo terreno salvaje y brutal para mostrar palmito en la puerta de Harrods. Una auténtica locura.

Holden Maloo

Definir al Holden Maloo no resulta una tarea sencilla: una berlina convertida en pick-up con un motor V8 bajo el capó. ¿What? Pues sí amigos, así de molones son los colegas australianos de Holden. Este modelo nació en 1990 y desde su nacimiento se convirtió en uno de los coches locos por excelencia. Su motor V8 de cinco litros producir al comienzo 241 CV aunque a día de hoy ya supera los 400 CV. Todo en este coche tiene un planteamiento raro y confuso: ¿es una berlina? ¿Es una pick-up? ¿Es un deportivo? Pues amigos, es una locura, así que es un poco de todo…o un poco de nada.

Rover 75 V8

El Rover 75 nació en 1999 como una elegante berlina de tamaño medio pensada para competir contra las berlinas alemanas y francesas. Era un coche estéticamente interesante, muy clásico y que en Inglaterra se debería vender bien. Eso sí, su gama de motores era de lo más variopinta: el V6 de 2 litros con 150 CV ya es algo extremadamente raro y que, a día de hoy, víctimas del downsizing, nos parece casi una broma. Pero cuando definitivamente perdieron el juicio fue cuando le metieron un motor V8 de 260 CV y 410 Nm de par, trasladaron la tracción al eje trasero y le metieron un diseño personalizado. En definitiva, una tremenda locura, aunque es tan raro que seguro que se termina convirtiendo en clásico.

Smart Crossblade

¿Por qué nació el Smart Crossblade? Eso no lo sabe nadie. Un Smart sin puertas y sin parabrisas no puede faltar en esta lista de coches locos. Nacido como prototipo, se decidió producir una serie limitada a 2.000 ejemplares con el motor de 0,6 litros turbo modificado por Brabus que rendía 70 CV. Concebido como un buggy deportivo urbano, seguro que era una gozada circular con él por una carretera de playa, pero no quiero ni pensar que pasaría si sufriera un accidente…

Talbot Sunbeam Lotus

Pilla un pequeño compacto con pocas capacidades dinámicas y conviértelo en un campeón del mundo de rally. ¿Cómo se consigue? Pues trabajando con los mejores: Lotus. Lo mejor de todo es que además de la versión de competición también se produjo una versión de calle, una auténtica rareza que equipaba el mismo motor 2.2 16v del Lotus Esprit con 150 CV. Dicho de otra manera: un utilitario humilde con motor de deportivo de raza. Gracias a esta combinación loca se consiguió un ‘hot hatch’ que aceleraba de cero a cien en 8,4 segundos y una velocidad máxima de 200 km/h. ¡Ni loco me meto a 200 km/h en un Talbot Sunbeam!

Renault Clio V6

En un ranking de coches locos no puede faltar el Renault Clio V6. La esencia es más o menos la misma que el del Talbot: pilla un utilitario y métele un enorme motor V6 de 255 CV. Pero encima, mételo donde normalmente se encuentran las plazas traseras. La verdad es que puede ser uno de los conceptos más locos que hemos visto en las últimas décadas. La primera generación fue producida por Tom Walkinshaw Racing y fue un fracaso, por lo que la segunda generación Renault tomó el control y realizó un auténtico deportivo de raza: nervioso, explosivo, locura total.