No te negaré que yo también me esperaba un artefacto algo más sofisticado cuando recibí la información de un coche nuevo volador. Me hacía a la idea de algo así como esos prototipos de coches voladores que daban a entender los libros de ciencia ficción del siglo pasado, es más, pensando en que el PAL-V Liberty aparece como una de las novedades del Salón de Ginebra 2018 debería esperar como un crío espera sus regalos el día 5 de enero, podría haber creído en algún coche capaz de elevarse unos centímetros del suelo cual tren bala levita gracias al magnetismo.

Pero no, el PAL-V Liberty es como un coche híbrido (pero no lo que entiendes como tal) más bien mitad coche, mitad helicóptero, más al estilo de películas como las de James Bond donde un coche se transformaba en submarino, aquel Lotus Esprit S1 que podía `bucear´... Aunque te podría sonar este artefacto porque hace un par de años ya te contamos algo de él, un modelo en pleno desarrollo, conocido como PAL-V One.

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¿Entonces, qué es el PAL-V Liberty?

Volviendo al PAL-V Liberty, para que sus creadores no se me enfaden, no se basa en un helicóptero sino en un giroplano, de hecho cuenta con dos motores de avión para su desplazamiento por aire y no puede despegar ni aterrizar en perpendicular al suelo, de hecho lo hace en una pista de despegue por lo que, como mínimo, necesitará un aeródromo para realizar las maniobras de ascenso o descenso.

No deja de ser curioso que, cual transformer fuera, este... Liberty, necesite entre 5 y 10 minutos para pasar de un modo coche a un modo giroplano.

Por cierto, ¿te acuerdas qué coches aparecían en Transformers? 

Este este vehículo (o nave) ha sido desarrollado desde, nada más y nada menos, 1999, es holandés y recibe tanto financiación privada como pública por parte de varios ministerios de los Países Bajos y sus responsables aseguran cumplir la normativa europea vigente de navegación aérea y circulación por carretera.

Afirman que se han centrado en el refinamiento de modelos de circulación y navegación existentes con el fin de afinar un vehículo capaz de llevar a cabo ambos tipos de desplazamiento de forma alterna en vez de investigar en nuevas líneas de movilidad. Aseguran poder entregar las primeras unidades en 2019, cuando reciban todos los permisos. 

Su conductor, si quiere alzarse a los aires, necesita también licencia de pilotaje, por lo que quien quiera volar con él, necesitará unas 30 ó 40 horas certificadas de vuelo con giroplanos.

Supongo que, como todos sabemos, en Suiza se concentra gran cantidad del dinero mundial y que no sería raro ver en el Salón de Ginebra de 2018 a algún excéntrico adinerado poner su nombre y apellidos en la lista de pedidos, aunque lo que no te podemos decir es su coste, ya que no se especifica si bien se dice que partirá de los casi 300.000 euros hasta una versión tope de gama de casi 500.000.

Sinceramente, la única utilidad que veo al cacharro éste es la de poder salir volando cuando te quedas embotellado en un atasco ¿te imaginas la cara de tu compañero de cabreo del carril de al lado al desplegar las palas del rotor y salir volando tal cual hacía nuestro querido Inspector Gadget con su sombrero-gadgetocóptero?

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