La menor recaudación de impuestos por la llegada de los coches eléctricos puede ser un problema muy grave para el Gobierno: recaudarán menos tanto por la compra del coche como por el impuesto de hidrocarburos. ¿La solución? Poner más peajes en las carreteras españolas, de esta manera el Gobierno de España se puede asegurar un flujo de ingresos a un ritmo similar al actual en caso de que el coche eléctrico se popularice a lo bestia en nuestro país. Esta es la propuesta de la OCDE.

Te interesa: ¿diésel o gasolina? ¿Qué interesa más?

Está claro que la llegada de los coches eléctricos provocará grandes quebraderos de cabeza. Será una revolución como pocas en el mundo del automóvil y obligará a recondicionar y readaptar muchas de nuestras costumbres. Está claro que a día de hoy su uso es todavía minoritario pero se espera que en 20 años su popularidad sea total. 

Hoy en día el estado subvenciona la compra de vehículos eléctricos con ciertas ventajas, como no pagar el impuesto de matriculación o una rebaja de hasta el 75% en el impuesto de circulación. Las marcas también están intentando que los coches eléctricos no tengan que pagar IVA, incentivando de esta manera el salto de una tecnología a otra de una manera más rápida.

Ahora bien, todo esto significa que el estado y los ayuntamientos dejan de ingresar una cuantiosa suma de dinero por culpa del coche eléctrico. Una disminución de ingresos que resulta especialmente dramática si contamos que un coche eléctrico no tendrá que poner gasolina y, por ende, tampoco tendrá que pagar el impuesto especial sobre hidrocarburos. En definitiva: el coche eléctrico es una ruina para las arcas públicas.

Quizás por eso comprendas por qué un estado como España no está incentivando a lo bestia el salto a esta tecnología. Ahora bien, lo que también está claro es que el estado no se va a quedar con los brazos cruzados viendo como una de sus principales fuentes de ingresos se va al garete. ¡Para nada! Hay diferentes opciones sobre la mesa, pero las opciones de recaudación que propone la OCDE pueden ser algunas de las más probables en un marco en el que más de la mitad de los vehículos sean eléctricos.

Poner más peajes en España es algo de lo que se lleva hablando mucho tiempo y según Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, lo más recomendable es la implantación de más peajes por el uso de las carreteras o con cargos anticontaminación en ciertas zonas urbanas de gran densidad de tráfico. Dicho de otra manera: pagar por entrar en el centro de las ciudades si tu coche contamina.

Esta última medida será polémica pero no es nueva: ciudades como Londres o Estocolmo lo practican desde hace tiempo y los resultados parecen ser positivos. En cuanto a los peajes, España es un país verdaderamente particular en este aspecto, ya que hay zonas geográficas libres de peajes y otras con peajes muy caros. El Ministerio de Fomento ya ha dejado de caer que está estudiando introducir un peaje en todas las autopistas y esta podría ser una medida que no espere a la popularización del coche eléctrico.

Otra opción es crear un impuesto que grave sobre el uso real del vehículo. Con la tecnología actual se puede medir con exactitud la distancia que recorre cada vehículo y, en función de eso, que el impuesto que deba pagar sea mayor o menor, según el uso. Este parece un impuesto bastante justo, ya que simplemente se pagaría por el uso real del vehículo, ya sea contaminante o no.

La verdad es que el Gobierno tiene por delante todo un reto. Creo que en España veremos cambios importantes en la gestión de los impuestos relacionados con el transporte en los próximos meses o años, en el marco de la nueva legislatura socialista. Creo sinceramente que los usuarios no nos vamos a librar de pagar más por el uso de nuestro coche. ¡Y ojo porque los coches eléctricos tampoco se van a salvar en el medio y largo plazo!