¿Cómo hemos cambiado? Range Rover de 1971 vs Range Rover de 2023

Range Rover de 1971 vs Range Rover de 2023

Unos 50 años dan para mucho, más aún en el automovilismo. Los coches han cambiado en estos años y, para ver cuánto, ponemos cara a cara al Range Rover de 1971 y al de 2023.

Decimos a menudo que los coches han cambiado mucho con los años, pero ¿cuánto han cambiado realmente? Para averiguarlo, hemos decidido poner cara a cara a dos versiones de un mismo coche: el Range Rover, con un ejemplar de 1971 y uno de 2023. Así ha evolucionado este icónico modelo británico.

Texto original de Paul Horrell

Ah, sí. El todoterreno de lujo original

Bueno, más o menos. El Range Rover original era tremendamente refinado para su época, gracias a su agradable motor V8 y a los resortes helicoidales suaves como plumas. Ahora bien, ¿de lujo? Podría decirse que el Jeep Wagoneer ya había llegado allí siete años antes. 

Los primeros Range Rover tenían ventanillas manuales, asientos de PVC, revestimientos de caucho para el suelo, transmisión manual y una dirección asistida que exigía tener músculos. Eso sí, la inteligencia propia de un todoterreno estaba ahí, gracias a la enorme articulación del eje, la tracción total permanente, una reductora y el bloqueo del diferencial central.

Sabemos que el nuevo es más pijo, eso sí

En efecto. Durante los años 70 y 80, Land Rover descubrió que, cada vez que añadía una versión con más equipamiento de lujo, se convertía en el más vendido. Por ello, en estos días sabe que ofrecer un coche con especificaciones modestas sería una estupidez comercial, así que no va a cometer ese error. 

Cada Range Rover nuevo tiene un precio de seis cifras y pueden rozar los 300.000 euros. Eso sí, todavía es un coche con un interior lleno de maravilloso cuero, potencia, magia digital de alta gama y una benevolencia irresistible de ajuste estándar. Todo se mantiene bajo control gracias a la dirección en las cuatro ruedas, la suspensión neumática adaptativa y el sistema antivuelco activo.

¿Puedes sentir los 53 años de diferencia al conducir ambos?

En el Range Rover original, el chasis y la vaga dirección significan que deambula si el camino está lleno de baches. Además, la ausencia de barras estabilizadoras le hace inclinarse como un galeón, los ejes tiemblan en los baches y el ruido del viento y la transmisión ahoga el del V8. Sin embargo, es atractivo. Hay una sensación de dirección y satisfacción al anticipar y controlar el balanceo de la carrocería.

En el nuevo, es un coche más rápido, con su V6 diésel y su cambio automático. También es más grande y pesado, pero más fácil de manejar porque tiene mucha tecnología de chasis. Además, apenas notas su anchura, ya que la dirección es muy precisa. La suspensión independiente y un monocasco rígido también han transformado todo, pero ya no tienes la conexión del clásico.

¿Dónde está el punto común entre ambos?

Ambos son coches grandes y suaves que te invitan a relajarte cuando entras en ellos y a disfrutar del viaje. Da igual cuáles sean las condiciones que te encuentres, te llevarán allí y harán que la ansiedad y la tensión se desvanezcan. 

Por otro lado está el diseño. El nuevo mejora en aerodinámica y es más refinado, pero la altitud imperiosa y las proporciones dignas han definido al Range Rover a lo largo de cinco décadas. El asiento alto y la línea de cintura baja también son parte de su firma: miras el mundo hacia abajo y él hacia ti. En el sentido literal, el Range Rover sigue siendo un medio de transporte elevado.