La DGT, a través de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, pone en marcha una campaña de vigilancia y detección de conductores bajo los efectos de alcohol y drogas desde este lunes 4 de junio hasta el domingo 10. Con el fin de disuadir o, llegado el caso, de identificar y sancionar a aquellas personas que conduzcan influidos por sustancias no permitidas, se harán hasta 25.000 controles cada día, en cualquier vía y en cualquier momento.

Los repartidores en el punto de mira

Según los números que maneja la DGT, en 2016 más de 100.000 personas dieron positivo en los controles de alcohol y drogas en los controles realizados en vías interurbanas. Además, cabe sumar los que realizaron otros cuerpos de seguridad como las diferentes policías locales y autonómicas, de las que algunas ya han anunciado que se suman a la iniciativa, aumentando así el radio de actuación.

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A comienzos de año la DGT propuso endurecer las penas en materia de seguridad vial ya que, con las estadísticas de 2015 delante, hasta un 12% de los conductores circularon bajo efectos de alcohol, drogas o sustancias psicotrópicas. Además, según el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forense, el 43% de los fallecidos en accidentes de tráfico en 2016, mostraban restos de alcohol, drogas o psicofármacos en sangre en sus autopsias.

Otros documentos en los que se apoyan estas campañas son los análisis europeos en materia de tráfico y que afirman que un 25% de los accidentes mortales son causados por los efectos de alcohol o drogas además de ser causa de otros siniestros donde se producen lesiones severas.

La campaña de control de alcohol y drogas de este junio de 2018 tiene especial atención a los conductores profesionales, en concreto a los repartidores ya que, para la DGT, la tendencia al alza en la siniestralidad de este colectivo, les sitúa en el punto de mira de estos test.

Cinco millones de controles de alcohol en 2018

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La Dirección General de Tráfico ha fijado un objetivo para este año 2018 un total de 5 millones de pruebas de detección de alcohol y un mínimo de 100.000 de drogas que se han repartido en diferentes momentos y campañas como la de esta primavera, el carácter disuasorio y, a la vez, sancionador, trata de reducir la siniestralidad y la mortandad al volante, sobre todo en accidentes donde una actitud responsable podría evitar una tragedia.