Un fan ha construido en su casa el garaje del Caballero Oscuro

Es lo mejor que has visto jamás. Y punto.

Hay personas a las que, por una razón u otra, la vida les va bien. Y yo me alegro tremendamente por ello. Pero cuando una de esas personas además es ingeniosa e imagina las cosas de un modo distinto a los demás, el resultado suele ser genial: un fan ha construido en su casa el garaje del Caballero Oscuro. Sí, lo que has leído. 

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Cuando vas a reformar tu mansión y tienes el presupuesto suficiente, no hay prácticamente nada que no puedas hacer en ella. Si además necesitas un amplio garaje para guardar tus preciadas posesiones con ruedas, siempre puedes construir una mansioncita para ellas. Pero el protagonista de esta noticia quiso ir un poco más allá. Bueno, mucho más allá, en realidad. Allá, y debajo. 

La construcción que ves en las imágenes pertenece a un aficionado australiano a Batman que tiene el dinero por castigo -como el superhéroe, si lo piensas bien-. En su última reforma el fan ha decidido construir en su casa el garaje del Caballero Oscuro, para tener sus vehículos a buen recaudo y ajenos a la vista de la mirada de sus vecinos. Sí, me estoy refiriendo a un aparcamiento subterráneo y oculto debajo del propio jardín del edificio. 

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¿Y cómo se hace eso? Pues con imaginación, paciencia... y mucha pasta. En lugar de colocar una edificación anexa a la casa principal para guardar en su interior el Maserati Gran Cabrio, el Aston Martin DBS y el Mercedes-Benz SLS AMG que integran la colección particular de su propietario, los diseñadores encargados de llevar a cabo la reforma pensaron que sería una buena idea excavar un cráter del tamaño del asteroide de Armageddon para después construir en su interior el espectacular aparcamiento que has visto en las fotos. Luego se le añade una capita de césped y una pista de tenis -practicable, claro, para poder tener acceso a la rampa del garaje- y se tiene la receta perfecta para el parking más molón que existe. 

Sí, yo también quisiera tener en casa el garaje del Caballero Oscuro, pero tengo que conformarme con aparcar mis dos coches en un garaje comunitario lleno de goteras. Todo llegará en la próxima reforma: cambiar las cortinas del salón por unas nuevas... de IKEA. ¡Ay!

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