"Niño, no juzgues si no quieres ser juzgado", me decían de pequeño. No estamos aquí para eso, además. Pero sí que reflejamos lo que pasa, que no es más que Lewis Hamilton queriéndoselo pasar a bien a base de trompos y ruedas chillando de un coche que no era suyo sino alquilado. Por eso, los propietarios de la empresa de alquiler han puesto el grito en el cielo.

Fue a principios de la semana pasada, cuando un video mostraba al siete veces campeón mundial de F1 montando un Nissan Skyline GT-R R34. Estas imágenes se hicieron virales, ya que el británico realizó trompos y quemada de ruedas bastante exageradas. Tan divertido como fue ver el video para nosotros, pero no tanto para los propietarios del automóvil, Omoshiro Rent-A-Car.

Omoshiro se especializa en alquilar coches clásicos y exóticos, muchos de los cuales están bastante modificados. Este Skyline específico tiene cámaras más calientes, un diferencial de deslizamiento limitado mejorado y una suspensión completamente revisada, por nombrar solo algunas cosas. 

Así que ha sido construido para darle alegría y rapidez en la conducción. Sin embargo, hacer enormes donas aparentemente va en contra de la política de alquiler y en Omoshiro no parecen estar contentos con Hamilton.

"Este es un automóvil de Omoshiro Rent-A-Car, pero no fue alquilado con el permiso de nuestra compañía. Tal manejo está estrictamente prohibido", señaló un tweet reciente de Omoshiro.

Hasta el momento, Hamilton no se ha pronunciado sobre el incidente, ni se ha dirigido públicamente a Omoshiro. Sin embargo, la compañía de alquiler de coches emitió un comunicado en la revista CarBuzz. El comunicado afirma que el video se hizo durante el fin de semana del Gran Premio de Japón de F1 y que Hamilton, o sus representantes, alquilaron el coche. 

De momento, según se ha podido saber, no hay más detalles sobre esta conducción presuntamente imprudente del piloto de Stevenage, ya que está en manos de los abogados de ambas partes.

No seremos nosotros quienes neguemos que es muy divertido ver a un campeón mundial controlar así un coche deportivo de calle, pero obviamente no es prudente que salga publicado en redes sociales, ya que está en la vía pública y no en un circuito (lo de que sea alquilado o no y si puede hacer con el coche lo que quiera, o no, os lo dejamos a vosotros). 

Lo que no se ha sabido es si el vehículo en cuestión sufrió algún golpe o daño por el que Hamilton tenga que ser castigado. O si por el contrario sólo es una pataleta de la empresa de alquiler para hacerse notar...