Los mitos más locos del automovilismo

Velocímetro

¡No te los creas!

Mucha gente tiene coche y todo el mundo tiene una opinión. Junta estas dos cosas, y escucharás de todo relacionado con el mundo del motor. Es entonces cuando se generan algunos de los fenómenos más curiosos: los mitos que rodean a los coches, que están generalmente poco fundamentados y provienen de más de un ‘cuñado’ experto en el tema. 

Por ello, hoy os traemos una lista de los mitos más locos del automovilismo. Hay muchos más, pero estos son algunos de los más extendidos o sorprendentes. 

Cambia el aceite siempre cada 5.000 kilómetros

Esto es algo que se ha escuchado con más o menos frecuencia desde hace años. Si quieres cuidar tu coche, debes cambiar el aceite cada 5.000 km. Pero ¿realmente es necesario hacerlo así?

Antiguamente, los motores y los aceites eran distintos, de manera que era necesario realizar estos cambios con mayor frecuencia. Sin embargo, ahora hay fabricantes que recomiendan hacer estos cambios en torno a los 10.000 km o incluso más tarde. No hay una cifra exacta y todo depende de cada coche y también de cada fabricante. De hecho, lo mejor será que sigamos las recomendaciones de este último para mantener adecuadamente nuestro motor.

Los coches con tracción trasera no van bien en la nieve

Mucha gente tiende a confundir los conceptos de “tracción” y “agarre”. Es cierto que un coche con tracción total puede ofrecer un mejor comportamiento en determinados terrenos, pero no necesariamente es así. 

En muchas ocasiones, los neumáticos son los que marcan una mayor diferencia y, en el caso de las nevadas, montar compuestos de invierno es lo que puede hacer que circulemos sin problemas a pesar de las condiciones. 

Gasolina súper = más potencia

Esta es otra creencia que se ha extendido durante años. Si utilizas gasolina súper, tu coche corre más. Sin embargo, en realidad todo depende del motor y, aunque algunos coches pueden ofrecer un mejor rendimiento con estos combustibles, no siempre es así.

Por lo general, son los motores de los coches deportivos los que están pensados para utilizar este tipo de carburantes. Si en nuestro caso no conducimos un coche así y queremos incrementar su rendimiento, es probable que obtengamos un mejor resultado -y de manera más económica a largo plazo- mejorando aspectos como la admisión.

Los coches antiguos son más seguros

Es cierto que esto ya no se escucha tanto, pero sigue habiendo quien piensa que los coches antiguos son más seguros porque su carrocería tiende a deformarse menos en choques no muy severos. Sin embargo, lo cierto es que los coches modernos se deforman más porque es su carrocería quien absorbe el impacto, de manera que no recae en los ocupantes.

La mayor diferencia la notamos en un golpe a mayor velocidad, donde un coche moderno puede mantener la zona del habitáculo segura al prácticamente no deformarse. En un coche de hace varias décadas es muy probable que esto no sea así y, si vemos los test de choque de entonces, puede que nos asusten los resultados.

Los reposacabezas se pensaron para romper las ventanillas en caso de accidente

Este mito es relativamente popular y consiste en afirmar que los reposacabezas fueron pensados para ser desmontados en caso de accidente -principalmente, si caemos al agua-, de manera que podamos utilizar sus hierros para romper las ventanillas. 

Sin embargo, nada más lejos de la realidad, ya que en muchas ocasiones no es tan sencillo desmontarlos. De haber sido pensados así, ¿no deberían contar con un desmontaje más fácil? No parece la mejor opción si nos vemos en estas situaciones, en las que los nervios están a flor de piel y solo queremos abandonar el coche con rapidez. Esto, sin hablar de las puntas de las varillas, que deberían ser afiladas para romper fácilmente las ventanillas, pero que por lo general son redondeadas.

Etiquetas: Motor