Prueba del Opel Rocks e-Xtreme: ¡un cuadriciclo único y muy loco!

Prueba del Opel Rocks e-Xtreme

¡Con suspensión y ruedas para off-road!

Cuando a la imaginación de los ingenieros y los diseñadores de una firma de automóviles no se le pone límite, nacen productos como el Opel Rocks-e. Cuando a la imaginación de jóvenes estudiantes de diseño le das vía libre para crear, nacen productos como el Opel Rocks e-Xtreme. Se trata de un 'one-off' ideado por Lukas Wenzhöfer, alumno de la Universidad de Diseño de Pforzheim/Baden-Württemberg, que la firma del Blitz ha llevado de los lápices y el puntero del ratón de este joven de 26 años a la realidad.

Aprovechando mi visita a Rüsselsheim para conocer el Opel Experimental, he tenido la oportunidad de realizar la prueba del Opel Rocks e-Xtreme. Eso sí, en los alrededores de la sede, puesto que este cuadriciclo ligero, que puede ser conducido a partir de los 15 años, sin carné, no está homologado para circular por carretera abierta al tráfico.

Como te puedes imaginar observando las imágenes y haciendo honor a su nombre, el e-Xtreme impresiona. Su imagen es brutal. Es un caramelito bien divertido y resultón que no me importaría que formara parte de mi garaje de ensueño  ̶h̶ú̶m̶e̶d̶o̶ ̶ ̶... También para darle en los morros a mi vecino, que se pavonea con la cabeza demasiado alta con su bicicleta de montaña de miles de euros.

Prueba del Opel Rocks e-Xtreme

Lo que más me llama la atención son sus vías, puesto que están muy ensanchadas. Además, equipan neumáticos de tacos, perfectos para hacer off-road. Aunque tampoco pasa desapercibida la jaula antivuelco atornillada externamente y pintada en amarillo brillante, ni su pedazo de alerón, que proviene del todopoderoso Vectra GTS V8 del DTM y que trae impreso la palabra e-xtreme y el número 001 -recuerda que solo existe una unidad-. Porque que el Opel Vizor haya sido reinterpretado con unas nuevas luces delanteras LED y el logotipo de la casa ahora esté bañado en azul turquesa, es lo menos reseñable del conjunto.

Prueba Citroën AMI 2021

Las dimensiones originales del Rocks-e, 2,41 m de longitud, 1,39 m de anchura y 1,52 m de altura han pasado a mejor vida. Opel no me ha facilitado las nuevas, pero, sin duda, han pegado un buen estirón en todas estas cotas.

Y tras el vistazo 360, pulso el botón metálico, y la puerta se abre, pero de forma suicida. La del copiloto lo hace en el sentido normal. Esto se debe a que Stellantis buscó abaratar costes, como en el Citroën Ami o el Fiat Topolino, los vehículos que, si no fuera porque uno ha nacido en Francia y el otro, en Italia, diría que son hermanos siameses...

Prueba del Opel Rocks e-Xtreme

Meto la llave, giro y el pequeño eléctrico se enciende. Lo sé porque me lo indica el discreto display monocromo. A mi izquierda se sitúan los mandos: D, N y R, y a la derecha, el freno de mano, que es de palanca. Cojo el volante y... ¡Qué dura está la dirección 'desasistida' con el vehículo parado! Me lo guardo para mí, porque no quiero que el encargado de Opel que se sienta mi lado piense que el 'español tipo' es un hombre blandengue.

Selecciono la D y, ahora sí, inicio la marcha. No veo las ruedas; ni las delanteras, ni las traseras debido a unos espejos retrovisores muy pequeños, circulares, más propios de motocicleta. Por ese motivo, porque no tengo las referencias claras, pero más porque se trata de un coche único que normalmente se guarda en un garaje rodeado de joyas históricas de la compañía, circulo con más cuidado. 

Según pasan los metros, cojo más confianza. El 'vigilante' de Opel que se sienta a la derecha, y que está pendiente del más mínimo detalle, también lo nota, aunque me da la sensación, quizá errónea, de que no le agrada.

La compañía alemana ha aumentado la potencia, pasando de 8 a 16 CV. Por su parte, la velocidad máxima se mantiene en 45 km/h, aunque el sufridor que me acompaña me confirma que podría alcanzar los 100 si no estuviera limitado electrónicamente. Es pisar el acelerador y el coche sale catapultado.

La suspensión delantera es de dobles trapecios, y filtra muy bien la parte de la calzada que está hecha con adoquines. Además, con el mayor ancho de vías consigue mucho más aplomo. Recuerda lo que le pasó, este mismo año, a un Ami en Mónaco... 

La batería de iones de litio de 5,5 kWh me permitiría recorrer unos 75 kilómetros gracias a su autonomía, pero no quiero seguir haciendo sufrir al encargado alemán. Tampoco quiero perder el vuelo que me lleva a casa, porque aunque este cuadriciclo ligero vuele, lo hace bajo. ¡Menuda pasada!