¿Ruido y vibraciones en un coche eléctrico? BMW lo quiere para ellos

BMW M4 cajas de cambios automáticas del M2

Gustavo López Sirvent

La compañía alemana ya trabaja para conseguir dar esos sonidos de un motor de combustión interna a uno eléctrico, a través de un cambio simulado que transmita esa emoción a los conductores. Es probable que los primeros modelos en probar este transmisión sean los M3 y M4.

Ahora que BMW ya flirtea (y de qué manera) con los coches eléctricos, busca dar un paso más en esta relación y conseguir llenar la oquedad insonora de los motores eléctricos. En ese sentido, la marca alemana está trabajando en lograr el tacto de un motor de gasolina y una caja de cambios como las de los motores de combustión interna

Y quién si no que la división deportiva M se ha encargado de investigar esta opción para los vehículos eléctricos, lo que sería una gran noticia para los amantes del rugido de los propulsores de antaño.

Así lo manifestó el director de este departamento, Frank van Meel, quien en unas declaraciones a WhichCar.com señaló que están estudiando la posibilidad de simular marchas, sonidos y vibraciones en sus coches, para que los futuros modelos eléctricos de M contagien la recordada sensación de un motor térmico (los modelos M3 y M4 podrían ser los primeros).

El jefe de la división M señaló que los conductores de los eléctricos no tienen tiempo de mirar el cuentakilómetros cuando están en la pista, lo que dificulta saber lo que sucede a su alrededor. En un coche de gasolina, por contra, el sonido y el tacto del motor, el manejo de la palanca o el selector del cambio y la subida o bajada de las revoluciones, permiten al conductor conocer más la situación.

En el mercado actual hay muy pocos casos, por no decir que sólo uno, en el que el vehículo eléctrico tenga una transmisión simulada. Es el Porsche Taycan. Por norma general, el resto de coches eléctricos suelen tener una transmisión directa de una sola relación.

Pero quizá porque la nostalgia de los amantes de los motores de combustión sea tan grande, algunos fabricantes ya se están animando a indagar en sonidos como los de antes. Tal es el caso de Hyundai, con el nuevo IONIQ 5 N, que incluye la función N e-shift, que simula la transmisión automática de doble embrague de la marca, en sus coches de combustión.

Otro fabricante que quiere seguir el mismo camino es Toyota, quien el pasado año ya presentó una patente para equipar a sus vehículos eléctricos de una transmisión manual, que, a su vez, daría un mejor rendimiento en la relación entre el coche y el conductor.

Habrá que ver quien sale airoso de esta pelea por simular el sonido y las vibraciones de los propulsores de gasolina en los eléctricos, pero lo que sí es cierto que, si se consigue, a lo mejor hay un cambio de tendencia y se apueste más por los enchufables con esas características antes que por los térmicos.