Lo que te puede enseñar alguien que lava los mejores coches del mundo

Richard Tripper de Perfection Valet. Foto: @perfectionvalet

Gustavo López Sirvent

En Londres hay un experto en lavado y mantenimiento de coches que los deja como recién salidos del concesionario. Se trata de Richard Tripper, quien a sus 17 años, abrió Perfection Valet y por sus manos han pasado modelos de personas famosas, multimillonarios y coleccionistas de los mejores vehículos del mundo.

Todos nos pensamos (incluido tu cuñado) que sabemos lavar el coche a mano y que nos queda como recién salido del concesionario. Pero no. Hay una persona que te va a explicar cómo hacerlo para que te quede como nuevo. Te vamos a hablar de Richard Tipper, propietario de la empresa de limpieza de coches Perfection Valet, empresa ubicada en Londres, Reino Unido.

Este buen hombre es especialista en lavar los coches más raros y caros del mundo, no sólo superdeportivos modernos, sino también joyas antiguas como el exclusivo Ferrari 250 GTO. Junto con su camioneta Mercedes hecha a medida y una variedad de aceites, jabones y ungüentos, Tipper viaja por el país, manteniendo y limpiando los mejores coches del mundo.

Empecé a limpiar coches a los 14 años”, explica. “Iba paseando por las calles de mi vecindario con un cubo y una esponja. Me daban cincuenta peniques (50 céntimos) por libra la primera vez. Un par de libras (algo más de dos euros) por aspirarlo... y si lo pulí también, tal vez cinco libras (seis euros).

Su negocio actual lo abrió con tan sólo 17 años, allá por 1989. Ya entonces destacaba por su meticulosidad en cada servicio. “Los clientes salían y me preguntaban cómo seguía trabajando en su coche tres horas después. A veces, en ese momento, sólo había limpiado las ruedas. Mi padre siempre me dijo que si hay que hacer un trabajo, vale la pena hacerlo bien”.

Tipper se cansó pronto de estudiar ("era aburrido", dice) y al llegar a la edad adulta sin apenas estudios y con un vocabulario limitado, a Richard sólo le gustaban los deportes y la tecnología del diseño. Pero encontró su vocación en una actividad que algunos de nosotros pueden llegar a odiar (y que en muchos casos escurrimos el bulto a terceros).

“Algunos trabajos, si todos los días son iguales, pueden resultar aburridos. Pero cada coche en el que trabajo es diferente al que trabajé antes. Todos ellos ofrecen diferentes desafíos. Y luego, si no es el coche el que plantea el desafío, es el propietario”.

Tipper no dice para quién trabaja, pero se sabe que en su agenda están personajes conocidos, otros millonarios y otros que tienen algunas de las colecciones de automóviles privados más grandes de Gran Bretaña. 

"Conocer gente es una de las razones por las que lo encuentro tan interesante", dice Tipper. “Me encanta entender cómo llegaron a donde están, cómo se han convertido ellos mismos en triunfadores. Y, ya sabes, los logros se juzgan de muchas maneras diferentes, no siempre son relevantes para la riqueza”.

Cuando se le pregunta a este lavador profesional si le gustaría ser el propietario de los coches que limpia o ser él mismo, él responde contundente. 

"No. He trabajado para suficientes personas que tienen mucho dinero pero no están contentas. Obviamente conozco gente con mucho dinero que es muy feliz. Pero creo que si su medida de éxito es ganar la mayor cantidad de dinero posible, tal vez sus parámetros, los objetivos que establezca, a veces sean inalcanzables", señaló.

"Estoy muy contento con lo que ofrece esta carrera", detalló. Es más, prefiere tener lo que tiene y no expandir su marca. "No podría relajarme sabiendo que tengo 10 camionetas en la carretera trabajando mientras yo no lo estoy”.